Método Karezza

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Parece que en el sexo está todo escrito, pero eso no es así. A pesar de que hay unas pautas comunes en las prácticas sexuales, debemos tener en cuenta que cada pareja es un mundo, por no decir que cada persona es diferente. Para eso existen distintas modalidades sexuales que cada cual adapta después a sus gustos, recordando siempre que el sexo es innovar, experimentar y, sobre todo, disfrutar.

Hay personas a las que les complace tener relaciones de una forma cariñosa y suave privilegiando el placer sobre el clímax. Es lo que se conoce como el método Karezza (del italiano carezza, es decir, caricia). En esta práctica es fundamental el lenguaje corporal, mantener el contacto visual, sincronizar  la respiración, tocarse,  acariciar, abrazar, masajear… Incluso escuchar los latidos del corazón del otro, sin prisas ni presión por alcanzar el orgasmo.

Muy relacionado con eso está el sexo Tántrico, del que ya escribimos en otros artículos de QuéChic, es una práctica en la que se busca disfrutar con todo el cuerpo. Los encuentros son sin sexo genital y sin eyaculación. Lo principal son los preparativos, es como un preliminar eterno. El poder de la mirada, las caricias, los masajes,  el control de la respiración…Todo suma en el Tantra.  Y, para culminar, un largo y profundo orgasmo, que no es el final de la fiesta sino el principio de la celebración.

Otras parejas prefieren el “aquí te pillo, aquí te mato”, el quiqui de toda la vida,  sin preparativos y con la ropa semi puesta. Ese que te asalta en cualquier habitación de la casa, en el coche, el ascensor, las escaleras o el pasillo del edificio, la última fila del cine… La clave reside en que cuanto menos planeado más efectivo.

El sexo en el agua es uno de los más placenteros. El agua es un elemento ideal para hacerse caricias, porque los músculos logran relajarse y la textura de la piel está suave al tacto. Puede ser de inmersión, en el agua del mar, del río, de un lago, de la piscina o de la bañera; o bien en la ducha. Eso sí, mucho cuidado con resbalarse.

Tener sexo al aire libre es muy satisfactorio, además de morboso.  La percepción de libertad y las sensaciones que provocan en los cuerpos los estímulos naturales, nos llevarán a disfrutar como nunca.

En relación a esto, hay personas y parejas que encuentran satisfacción o el placer sexual observando la intimidad de los otros. El voyerismo es lícito. Si es en vivo, lo importante es que haya consenso. Otra forma de hacerlo es  viendo películas que contengan escenas sexuales, no necesariamente tienen que ser pelis X. De cualquier modo, ver practicar sexo a otros sirve como estimulador del deseo y puede ser un modelo de aprendizaje y de evaluación de la propia sexualidad.

Ligado al voyerismo está el exhibicionismo, porque si unos observan, otros se dejan ver. Sin caer en algo enfermizo, a muchas parejas les excita la idea de que alguien pueda estar observándolos en su intimidad. A veces se puede sentir ese morbo simplemente  dejando  una ventana, la persiana  o la cortina entreabierta. Cuando señalábamos el sexo al aire libre como una  opción, podemos sumarle el aliciente de la posibilidad de ser “cazados”. Puro morbo.

Una de las experiencias que deberíamos practicar todos es el cambio de roles. Es como un juego  muy divertido que consiste, básicamente, en jugar a ser otros. Transformarse en médicos, enfermeras, policías, profesores, Caperucita Roja, el Lobo Feroz o cualquier personaje que se os pase por la imaginación. La idea es sentir que eres otra persona y que tu pareja experimente la sensación de estar con otra persona.

Otra forma de estimularse a la hora de practicar sexo es utilizando alimentos. Sí, todos hemos escuchado alguna vez eso de que «se conquista a uno antes por el estómago». Algunos alimentos son afrodisíacos y se prestan más que otros para realizar juegos (también nos han dicho eso de que «con las cosas de comer no se juega», pero haremos una excepción). Saborea junto a tu pareja los productos del mar (mejillones, ostras)  y también los de la tierra (fresas, plátano). Busca alimentos coloridos y que se puedan compartir. Véndale los ojos y a disfrutar del sexo gourmet.

El sexo es una forma divertida de hacer ejercicio físico. No quiere decir esto que te puedas ahorrar el gimnasio, el running, la bici, o la caminata de una hora diaria, pero ten en cuenta los siguientes datos: el juego previo te ayuda a gastar 25 calorías; besar quema de 120 a 135 calorías por hora; durante el acto sexual se queman de 50 a 100 calorías en promedio; y en cada orgasmo eliminamos entre 60 y 100 calorías.

Así que querid@s, más sexo y menos sofá.

carmen-blue11-e1401998995764Carmen Blue

 

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Un pensamiento en “Método Karezza

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