EL CLÍTORIS SABE LO QUE QUIERE

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Nosotr@s tal vez desconozcamos lo que nos proporciona más placer, pero el clítoris, querid@s, sabe lo que quiere.

El sexo oral es una parte importantísima del buen sexo, del sexo placentero y de calidad, además de ser un buen método para calentar motores y llegar al clímax.

Muchas veces somos las mismas mujeres las que ponemos trabas a la hora de practicarlo, bien sea por falta de comunicación, por pudor, por desconocimiento y, en la mayoría de los casos, por la mala gestión de nuestro propio placer. Me explico.

Si ya por naturaleza nos tachan de complicadas, lo que sí tenemos complicado es conseguir conectar con alguien en la alcoba. Para que esto suceda, es fundamental conectar primero con nosotras mismas, conocernos, explorarnos, es decir, masturbarnos. La masturbación femenina es una práctica que se puede considerar íntima, mucho más que compartir cama con nuestra pareja, amante, novio, marido…

Cada vez son más las mujeres que practican este arte y lo expresan abiertamente. Pero masturbarse no es solo meterse objetos por la vagina, es conocer todo lo que nos proporciona placer. Si eres una experta en el arte del amor propio sabrás que el estímulo debe dirigirse al clítoris.

Ese aprendizaje del autoplacer en solitario y en silencio, íntimamente, es lo que nos llevará al autoconocimiento, primer paso para disfrutar del sexo con otro. Una mujer que está conectada con su cuerpo es capaz de conectar con el de otro y para ello, nada mejor que la comunicación. Se trata de añadir sensaciones, de gestionar el placer.

El 98% de los orgasmos son clitoriales, los orgasmos vaginales son poco comunes y difíciles de lograr. El mete-saca no es sinónimo de tener sexo, aunque muchos hombres (y algunas mujeres) así lo crean. El pene no es el único instrumento que proporciona placer: los dedos, la lengua y todas las herramientas ya sean de piel, silicona, látex o plástico que sirvan para jugar con el clítoris forman parte del juego sexual.

Pero no solo es tarea de las mujeres el conocerse a sí mismas, los hombres también deben explorarse, además de explorarnos. Un buen amante masculino es el que conoce su propia genitalidad y la de su pareja, el que sabe respetar los tiempos del sexo, el que es generoso y el que sabe ayudar a su partenaire a conseguir uno o más orgasmos estimulándola antes de penetrarla.

Esa ansiedad por la penetración no es una buena aliada en el sexo. Para correr no es necesario correr. Hay que restarle protagonismo al pene y añadir más lengua, más dedos, más juguetes eróticos… Así disminuirá también la eyaculación precoz, en muchos casos debida a ese estado de ansiedad por el mete-saca.

Si él sabe manejar el clítoris como tú y disfruta viéndote disfrutar, no tendrá puestas las expectativas en el momento de la penetración y disminuirá la ansiedad, prolongando el momento de placer.

Ningún hombre o mujer son buenos amantes de por sí, ya que lo que nos satisface a un@s, a otr@s puede que no. Lo mejor es contarse lo que nos gusta, con qué disfrutamos y qué es lo que no nos produce placer o no nos complace. Con mucha comunicación y un poco de práctica, querid@s, no es tan difícil pasar la prueba oral.

carmen-blue11-e1401998995764Carmen Blue

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