FANTASÍAS SEXUALES

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Las fantasías no son solo eso, pueden ser sueños que se conviertan en realidad. A veces nos empeñamos en que así sea.

Las fantasías sexuales son pensamientos o imágenes de contenido erótico-sexual generadas consciente o inconscientemente (en forma de sueños eróticos), que provocan emociones o deseos que pueden ser excitantes y placenteros, pero que también pueden resultar desconcertantes e incluso producir ansiedad.

El hecho de tener fantasías no significa que seas alguien enfermo, raro o perverso. Todos fantaseamos, tenemos sueños, dejamos volar nuestra imaginación en busca de mundos paralelos, que forman parte de nuestros deseos más profundos. Lo hacemos desde pequeños, nos acompañan ya desde temprana edad por el recorrido de las distintas fases de nuestra vida y las vamos adaptando a nuestras vivencias y experiencias.

Tener fantasías es gratis, que con la que está cayendo ya es algo a tener en cuenta. Son fáciles de elaborar, tan solo necesitas relajarte y desear lo que no tienes. Son personales, nadie se entera a no ser que las compartas, lo cual también puede resultar muy divertido.

Las fantasías sexuales, que  han sido tabú durante mucho tiempo, al igual que muchas actividades relacionadas con el sexo, son parte de la terapia recomendada por sexólogos ante la falta de deseo sexual, un problema que padece un 28% de españolas. La solución a ese problema pasa por saber qué está sucediendo y cuál es la causa prioritaria de la falta de deseo en las mujeres. Generalmente,  reside en problemas con su pareja, sobre todo debido a la falta de comunicación que se traduce en falta de intimidad. Frente a lo que se piensa, las razones de la carencia de deseo en las mujeres no residen en la biología sino en la educación.

En España la presión religiosa durante la dictadura de Franco, en la que la asociación entre política e Iglesia fue prácticamente total, no se ha dado en otros países de Europa. Ese factor ha influido en la actividad sexual y, de hecho, los españoles están en la cola de la clasificación en cuanto a frecuencia sexual se refiere. Es tan cierto que todavía coletean algunos tabúes creados por la tradición religiosa, como que en la actualidad la crisis económica  pude influir en la pasión.

En las consultas de Sexología la terapia fundamental consiste en que la mujer escriba sus fantasías para detectar sus bloqueos y actuar sobre ellos. La mayoría de las mujeres y los hombres tienen fantasías sexuales con alguien que no es su pareja.  Este tipo de fantasías suele generar sentimientos de culpa, malestar y angustia en quienes las evocan, mucho más en ellas que en ellos. Sin embargo, está demostrado que las fantasías sexuales pueden ayudar a estimular el deseo.

La mayoría de los especialistas en Sexología recomiendan  a las parejas introducir fantasías sexuales, incluso material erótico, en su vida sexual como inductores del deseo. Hacer realidad sus propias fantasías en forma de juegos eróticos, nuevos escenarios y prácticas sexuales, resulta un medio eficaz para vencer la rutina y reavivar la vida sexual de la pareja.

Las fantasías sexuales resultan ser un potente afrodisíaco, liberadoras del hastío,  que dan lugar a relaciones mucho más espontáneas y relajadas, liberándose de esta manera de barreras y miedos que restan naturalidad. Las fantasías sexuales ayudan a conocernos un poco mejor y enriquecen la visión que tenemos acerca de nosotros mismos y de los demás.

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Carmen Blue

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