Las lagrimas basales ante todo cumplen una importante función fisiológica, lubrican el ojo y ayudan a mantenerlo libre de cuerpos extraños, además están compuestas de sustancias que actúan contra la infección bacteriana. También contra la irritabilidad del ojo como cuando cortamos cebolla o comemos algo muy picante, nos hacemos la cera en el labio superior o ante un bostezo o estornudo, son las llamadas lagrimas reflejas.
Y en tercer lugar tenemos las lagrimas emocionales, provocadas por la tristeza, la ira, la frustración, la pena y la alegría. Sigue leyendo