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La dopamina es el neurotransmisor más conocido porque ayuda a estimular el cerebro para tener placer. Dicho de otro modo, es una sustancia química cerebral (neurotransmisor) que utilizan los nervios para enviar “mensajes” y nos permite tener sentimientos de felicidad, placer, euforia, motivación, atención y concentración.
Ten en cuenta que la deficiencia extrema de dopamina, como ocurre en el caso de la enfermedad de Parkinson, causa una disminución permanente y degenerativa de las habilidades motoras, incluyendo la rigidez muscular y temblores. Debes acudir a tu médico si tienes síndrome de piernas inquietas, si te notas extremadamente cansado, sin ganas de hacer nada, si no te sientes motivado, no sientes placer, tienes cambios bruscos de humor, sueño alterado, sentimientos de desesperanza o culpa… Todos estos síntomas se parecen mucho a los de la depresión, sin embargo, pueden ser por falta de dopamina. Su carencia provoca incapacidad para regular las emociones correctamente. Los impulsos mentales que mitigan los sentimientos intensos de tristeza se inhiben, por eso, como hemos apuntado anteriormente, se parece mucho a la depresión.
Existen algunos alimentos que ayudan a tu cuerpo a producirla para que te sientas más animado y feliz. El más conocido es el chocolate, que calma la ansiedad y reduce el estrés, pero debe ser con al menos un 70% de cacao.
Otro es el té verde, que además posee numerosos beneficios para la salud: combate el envejecimiento, fortalece los huesos, ayuda a regular el colesterol…
El pescado es una gran fuente de vitaminas y Omega 3, por lo que además de ayudar a tu cuerpo a producir dopamina, es fundamental para prevenir la artritis o el Alzheimer.
Los plátanos, que estén maduros, contienen triptófano que provoca la liberación de serotonina. Ésta, junto con la dopamina ayuda a relajar el cuerpo y la mente y regulan el sueño y el placer. Tienen además, una alta concentración de tirosina. Fuentes alimenticias de tirosina son también las almendras, manzanas, sandías, cerezas, yogur, frijoles, huevos y carnes.
Otras frutas recomendadas son las fresas o los arándanos, que además son antioxidantes.
Aconsejamos especialmente la espirulina, un tipo de alga con un 75% de proteínas y vitaminas como la A, E, D, B1, B2, B12, ácido fólico y hierro.
Toma alimentos que contengan vitaminas, sobre todo C y E, ya que la dopamina se oxida fácilmente.
Asimismo hay una serie de recomendaciones para recuperar los niveles naturales de dopamina:
Disminuye el consumo de azúcar. Limitar el consumo de azúcar ayudará a combatir el ciclo adictivo que te hace desear aún más azúcar agotando todavía más tus niveles de dopamina.
Reduce también la ingesta de cafeína, aunque en principio nos da una inyección de energía, al igual que el azúcar, sólo ofrece un alivio temporal y en realidad puede terminar causando más daño.
Asegúrate de no tener una deficiencia de magnesio ya que puede causar una disminución de los niveles de dopamina.
Establece rutinas y horarios, con tiempos para el trabajo pero también para el ocio y descanso. Haz ejercicio regularmente y respeta las horas de sueño para que el cerebro se recupere del día y recargue sus reservas de neurotransmisores. Reduce los niveles de estrés, aunque es complicado olvidarse de los problemas diarios hay que intentar relativizar. Tal vez dedicarle algo de tiempo a una afición como pasear, leer, practicar algún deporte…
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