DEJAR DE MORDERSE LAS UÑAS

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El mal de morderse las uñas, sea por nervios, estrés o incluso costumbre, es desgraciadamente un hábito muy difícil de controlar. No sólo está mal visto, sino que también es antiestético y sucio, ya que quedamos expuestas a las bacterias  que puede haber en nuestras manos.

Esta mala costumbre de morder las uñas, de la que me hago partícipe,  se conoce como la onicofagia. Muchos son los remedios que nos ofrecen para los que padecemos este mal. Desde pintarlas con un esmalte amargo, ponerse uñas postizas, untarlas con crema o aceite, etc. Pero por mucho que untes las pobres uñas con alcohol o las frotes con ajo, sabes que lo tuyo es puro vicio y acabarás chupándolo todo…  Y es que  es muy complicado dejar atrás esta manía, ni tan siquiera siguiendo el consejo de mantener la boca ocupada (mascando chicle, entiéndase). Comer pipas es otra opción, pero te pasarías  todo el día comiendo y el problema sería después el exceso de frutos secos, concretamente de un fruto seco, además de acabar con los labios cortados.

Entretenerse jugando con un llavero, una sortija o una pulsera, un bolígrafo, jugar con una pelotilla antiestrés o una de tenis, son otros de los consejos que se suelen dar, en definitiva, mantener las manos ocupadas. Pero esa no deja de ser una forma de exponer un estado de “nerviosismo” cuando es probable que ni tan siquiera lo padezcas, si lo tuyo es por puro placer.

Llevar guantes es totalmente efectivo, porque si no hay uña, no hay mordisco. En invierno, esto resulta fácil e incluso práctico, pero en verano… Es tan absurdo como ponerse tiritas en los dedos.

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Lo que sí es conveniente es tener a mano una lima, porque cuando te muerdes las uñas siempre te dejas alguna fisura que es mejor limarla, para no ir enganchándote a todo, que ya bastante tienes con un vicio.

Lo bueno que tiene el padecer esta mala costumbre es que adquieres otra muy buena, por lo menos en mi caso, y es que no paro de lavarme las manos (la gripe A no me pilla ni en mis peores pesadillas). Además los que nos mordemos las uñas no padecemos otras manías peores, desde mi punto de vista, como arrancarse las pestañas o el pelo del antebrazo(o de otras zonas del cuerpo).

Morderse las uñas es feo, pero es algo inconsciente, da igual el motivo por el que lo hagas. Pero solo con motivación y esfuerzo se logra abandonar este hábito y conseguir unas uñas perfectas (yo casi lo consigo, ahora me muerdo los pellejos).

Si quieres dejarlo, lo primero es saber por qué lo haces, qué es lo que provoca tu hábito y en qué situaciones lo llevas a cabo: al ver la TV, leer un libro, estudiar, etc. Y al mismo tiempo pensar en las situaciones en las que no le das a la uña: practicando algún deporte, bailando, paseando por la calle… Eso te ayudará a ser consciente de que debes realizar más actividades que te distraigan del hábito (lo cual no significa que dejes de leer o estudiar, aunque si no ves la tele no te pierdes nada).

Es muy importante y efectivo para que tu cabeza haga clic y te animes a dejar este vicio, que te mires las manos y realices autocrítica (porque las tienes feas, no nos engañemos).

Si consigues no morderte las uñas  durante un mes, habrán crecido lo suficiente para tenerlas bien cuidadas. Al principio pueden seguir presentando algún tipo de alteración como desdoblamientos, fisuras o descamaciones, pero en poco tiempo las lucirás perfectas (aunque la tentación siempre estará presente).

Casi el 90% del esfuerzo que realizarás para abandonar esta manía es el querer dejar de hacerlo, y el 10% restante, se trata de dominar los nervios, ansiedad, o problemas cotidianos que te arrastran a este mal hábito.

Sí, y dicho así parece muy fácil. ¿Tú lo has conseguido, querid@?

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 Carmen Blue

 

 

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