¿Nunca os habéis preguntado por qué hay ciertas sustancias que resultan adictivas? La capacidad de adicción de una sustancia depende de circunstancias como la activación del sistema de la dopamina del cerebro o la sensación de placer que produzca, en qué grado provoca síndrome de abstinencia, el daño que cause, el precio que tiene en la calle, o la facilidad con la que se puede enganchar quien la pruebe.
Según los expertos esos serían los principales parámetros para afirmar que una sustancia resulta potencialmente adictiva, aunque hay investigadores que sostienen que ninguna es adictiva siempre. Sigue leyendo