0
Se acabó el verano, llegó el otoño y en nada será invierno y aun así sales a la calle los parques están llenos de “corredores”. Y es que da igual el frío, la lluvia, el viento…Si te has iniciado en el running (correr de toda la vida) no podrás dejarlo. Y para los que quieran empezar a practicarlo, que no se desanimen ni piensen que con la llegada del mal tiempo no se puede. Este es tan buen momento como cualquier otro. No lo dejes para tus promesas de Año Nuevo.
Si te incursionas en el running sin mucho conocimiento sobre la manera correcta de practicarlo, aquí te dejamos unas recomendaciones para iniciarte.
Lo principal es realizarse una revisión médica o una evaluación física por parte de un especialista para evitar sorpresas o lesiones que se podían prevenir. Ya sabes, más vale prevenir que lamentar. El especialista nos puede aconsejar sobre qué programa de entrenamiento nos irá mejor dependiendo de nuestro estado físico.
La vestimenta a la hora de practicar cualquier deporte también juega un papel muy importante. No se trata de ir a la última moda ni ser la corredora más “it” del barrio. Para el running lo ideal es ropa transpirable y, por supuesto, calzado adecuado que absorba el impacto y proporcione una ventilación permanente de los pies(los calcetines también deben ser transpirables).
Debes comenzar planteándote retos alcanzables, proponerte pequeñas metas. La impaciencia por alcanzar expectativas demasiado altas puede dar lugar a lesiones, decepciones y, como consecuencia, el abandono del ejercicio.
Siempre hay que realizar un calentamiento previo, como en cualquier otro tipo de actividad física. Para el running vienen muy bien los basados en movilidad articular, estiramiento muscular y la activación general cardiovascular con una duración de entre 10 y 15 minutos aproximadamente.
Iníciate con distancias cortas, tiempos no muy extensos y a un ritmo moderado: las metas se alcanzan con un trabajo permanente y constante. Por ejemplo, los primeros días no corras más de 4 Km y un tiempo de 30 minutos. Si te cansas, es normal, continúa caminado a buen ritmo, como si hicieras marcha, y una vez que te recuperes vuelve al trote. Tampoco es recomendable salir todos los días a correr, cuando eres principiante lo ideal es hacerlo dos días a la semana y aumentar paulatinamente. Los otros días puedes realizar algún tipo de ejercicio con pesas, aeróbico, etc.
Es necesario variar las rutas para que el ejercicio no se vuelva monótono, ni a nivel físico ni a nivel psicológico. Recorrer todos los días el mismo camino puede llegar a aburrirnos y eso lo convertirá en algo aburrido y nada atractivo.
Por último, recuerda que cada vez que hacemos ejercicio físico el cuerpo recibe un estrés y una carga de tensión muscular, por ello es absolutamente necesario realizar estiramientos durante al menos 10 minutos. Esta práctica debe formar parte de la rutina en el running. Es tan importante como el calentamiento inicial para no sufrir lesiones innecesarias.
¿Estás preparad@ para correr querid@? No te vayas muy lejos y cuéntanos tu experiencia.
0
