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Hay determinadas épocas del año en que nuestros cerebros nos recuerdan lo importante y necesario que es ponernos a dieta, hacer deporte, dejar de fumar… La llegada del verano, la del otoño y la del nuevo año son ejemplos de ello. Pues bien, intentaremos pasar por ellas y cumplir aunque solo sea una parte de esos propósitos pero sin volvernos locos, que no es cuestión de hacerlo todo a la vez…
Nos centraremos en lo del deporte. Que no, que tampoco se trata de tener un cuerpo Danone. ¿Quién en su sano juicio quiere parecerse a un yogur? Otra cosa ya sería ser un yogurín. En fin, que de lo que se trata es de estar sanos y para ello es necesario practicar algo de ejercicio.
Cada vez que pienso en el deporte me acuerdo de un monólogo de Leo Harlem con el que seguro que much@s nos sentimos identificad@s. Ahí os dejo el enlace porque la risa también es una buena terapia, pero ese es otro tema del que un día os contaré algo.http://youtu.be/2VsCtUuN3iI
Ahora se ha puesto de moda eso del running, o sea lo de correr. Yo creo que es porque con la crisis no hay dinero para pagar el gimnasio y salir a correr nos sale gratis. Es una opción.
Lo complicado en estos casos es ponerse, sobre todo si no estás acostumbrado, si no tienes mucho tiempo o si tampoco tienes la suficiente motivación.
Todo esto en realidad son excusas para ir aplazándolo.
Si no estás acostumbrado a hacer deporte, no te preocupes, somos animales de costumbres y nos adaptamos con facilidad.
Si piensas que lo tuyo es falta de tiempo, tampoco te preocupes. Tal vez no tengas una hora libre para hacer deporte, pero puedes tener 10 o 15 minutos varias veces al día. Para la falta de tiempo lo recomendable es madrugar un poco más (además el ejercicio a primera hora de la mañana resulta más efectivo). Si piensas que ya madrugas lo suficiente, aprovecha el mediodía, después de comer, para darte un paseo antes de volver al trabajo. Quemarás calorías y además harás que la digestión sea más ligera que si te quedas sentado todo el tiempo. Si tampoco tienes tiempo a mediodía hazlo al salir del trabajo. Vuelve andando a casa y si no lo haces porque es demasiada distancia, baja unas paradas antes del bus o del metro. Si vas en coche, al llegar a casa no te acomodes. Cámbiate y sal a practicar deporte o a caminar.
Si aun así te sigue dando pereza y no te sientes motivado, entonces busca compañía. Siempre es más fácil si has quedado con alguien: con un amig@, con tu pareja o con tu mascota (preferiblemente si es un perro, aunque si quieres pasear con tu tortuga…).
Aunque definitivamente lo más probable es que no tengas trabajo, incluso que no tengas pareja ni tampoco mascota. Tal vez tienes amig@s, pero ellos estarán en el trabajo o en el gimnasio o con sus parejas.
No te queda otra opción, engánchate al deporte. Más que nada para no aburrirte y ¿quién sabe? Tal vez coincidas con alguien o te encuentres un perro abandonado y te lo lleves a casa.
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