INCONTINENCIA URINARIA

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Y como hay días conmemorativos para todo, debéis saber que el 14 de marzo se celebró el Día Mundial de la Incontinencia Urinaria, un problema con el que se calcula que viven más de 6,2 millones de personas en España, aunque la mitad de ellas no lo consulte con su médico.

El trastorno afecta de forma distinta a mujeres y hombres. Las mujeres tratan y asumen la incontinencia urinaria de manera mucho más natural que los hombres, para los cuales es un tema tabú, llegando incluso a afectar a su autoestima y a hacer que se cuestionen su identidad.

La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga y sus síntomas pueden variar desde un leve escape de orina hasta el descontrol total. La incontinencia repercute en aspectos de la vida diaria como son el entorno social, físico, sexual, laboral y doméstico.

Los especialistas advierten que con un diagnóstico adecuado y un tratamiento a tiempo, los pacientes que viven con incontinencia urinaria pueden conseguir una mejoría e incluso la curación del problema.

La incontinencia urinaria de esfuerzo o estrés (IUE-SUI) es la forma más común de incontinencia urinaria en las mujeres. Ésta se define como la pérdida involuntaria de orina al toser, estornudar o realizar un esfuerzo físico.

Esta afección puede ser causada por una deformidad o daño en la uretra, la vejiga o los músculos pélvicos. La vejiga y la uretra con el tiempo pueden sufrir alteraciones anatómicas producidas muchas veces por el debilitamiento de los músculos pélvicos. Igualmente, los embarazos múltiples y la menopausia pueden causar una pérdida del tono muscular en el área de la vejiga.

Para su curación existen varias posibilidades basadas en tratamientos no quirúrgicos y también quirúrgicos.

Inicialmente se debe recurrir a terapias no quirúrgicas como cambios de comportamiento y ejercicios musculares del suelo pélvico. La estimulación eléctrica, los conos vaginales pesados y terapia con medicamentos también pueden reducir esta patología.

Los procedimientos quirúrgicos, aunque son más propensos a curar la incontinencia urinaria, se asocian con más efectos adversos. Cada paciente debe tratar el problema con su médico especialista que le aconsejará el tratamiento más adecuado a su caso.

Hay dos formas comunes de realizar la cirugía para la incontinencia urinaria de esfuerzo: a través de la pared abdominal o a través de la vagina.

Uno de los procedimientos consiste en la colocación de mallas, slings suburetrales o cabestrillos libres de tensión que devuelven la sustentación necesaria en la zona. Se trata de una cirugía mínimamente invasiva debido a que requiere incisiones pequeñas, tiene un tiempo de recuperación rápido y una tasa de éxito excelente. Es un procedimiento que también se utiliza en los hombres que sufren de incontinencia después de la cirugía de próstata.

Otro de los tratamientos quirúrgicos novedosos es la incorporación del láser al arsenal terapéutico de las consultas de ginecología y urología que supone un gran avance en el tratamiento de la incontinencia urinaria. En solo dos o tres sesiones con un intervalo de un mes entre ellas, la mujer podrá recuperar el control sobre la micción. Además tiene numerosas ventajas: no es doloroso, no requiere hospitalización ni reposo y su eficacia es superior al 90% de los casos.

Lo que sí debemos tener en cuenta es que la prevención es importante para cualquier tipo de enfermedad y que al mínimo síntoma es mejor dejar vergüenza y tabús a un lado y acudir al médico.

carmen-blue11-e1401998995764Carmen Blue

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