¿Enamorada?

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Si te levantas una mañana y en el espejo ves que tienes ojos vidriosos y sonrisa tonta, si en el trabajo tu jefe te da el broncazo y no te inmutas, si le dan un golpe a tu coche y tu sonríes y dices -bah eso no es nada! , si te sientes como si estuvieras volando en la nube de Goku… No te preocupes, no estas fumao, estas «felizmente enamorao».

¿Pero, cómo ha ocurrido?

1. «El amor llega con la ausencia hasta la presencia». Parece una gilipollez pero vamos a intentar explicarlo. Para enamorarte de alguien tienes que estar predispuesto, eso no significa que lo estés buscando, pero si tienes fuertes sentimientos hacia tu pareja difícilmente vas a enamorarte de otra.

2. «Deseamos lo que vemos”, así que, probablemente la persona que despierte esos sentimientos será alguien de nuestro entorno; conocidos, amigos, compañeros de trabajo etc. Ellas, que son más imaginativas dirán «me vuelve loca su mirada, su sonrisa, su pelo, sus manos, su chispa, sus maneras». Ellos, más visuales… «Su culo, sus piernas, sus ojos, su boca, su pelo, sus andares». ¿Pero ésto es amor o sólo atracción? Es fácil confundirlo porque los dos tienen los mismos síntomas al principio. Ninguna relación nace siendo amor, por lo que puede que al cabo de un corto espacio de tiempo te des cuenta de que sólo era atracción, química salvaje… sexo.

3.«La fase fenotípica”. En esta fase los rasgos conductuales se suman a lo anterior, eso hablando claro es que no sólo te gusta su físico, también su intelecto y su personalidad, la forma de hacer las cosas, de pensar, de interactuar y hasta de estornudar. En esta etapa, el juicio y el criterio objetivo se alteran, la persona nos resulta absolutamente maravillosa y nos sentimos dichosos de ser felices junto a ella.

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«La culpa es de la FEA»

Desde el punto de vista bioquímico, todo comienza en el cerebro, el cual activa en el sistema endocrino la feniletilamina (FEA), anfetamina que segrega el cuerpo y produce la secreción de dopamina haciéndonos sentir eufóricos, alterando el estado del sueño, la concentración e incluso produciendo pérdidas de memoria. La dopamina natural produce a su vez norepirefrina y oxiticina, que activa el deseo sexual y la capacidad de repetir un comportamiento que genera placer. De ahí que los enamorados puedan estar horas haciendo el amor y noches conversando sin cansancio, que estén siempre excitados y que resulte muy adictivo. Su percepción de la vida es magnífica.

Lo peor de todo esto es que «La maravillosa enajenación mental transitoria» es transitoria.

Todo tiene su fin, a la larga, el cerebro se habitúa a los estímulos y como si de una droga se tratara cada vez pide más, los niveles de segregación de neurotransmisores bajan, la euforia y la excitación decaen, mucha gente interpreta esto como una pérdida de amor. Lo que ocurre realmente es que los receptores neuronales se han acostumbrado a ese exceso de flujo químico. La persona tan maravillosa que conociste resulta tener defectos, manías, «lo normal» en una persona normal.

Bien, ES en esta fase de «desenmoramiento» donde se forja (o no, puede que aquí se acabe todo) otro tipo de amor, un amor más consciente, consecuente, equilibrado, un amor de certezas basado en la propia filosofía de vida, las creencias y los valores.

Así que ya sabes querid@, en cualquier acaso…

¡Carpe Diem, tempus fungus es!

y.ro miniY. Ro

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