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Conocerse a un@ mismo es muy importante para poder mantener relaciones con los que nos rodean. Conocerse por dentro y también por fuera. La autoestimulación, ipsación, masturbación o como queráis llamarlo, es beneficiosa tanto para la persona individualmente como para tener una satisfactoria vida en pareja. Practicarla nos aporta muchos beneficios, por eso muchas de las terapias sexuales hoy en día incluyen la masturbación como método de apropiación del cuerpo.
Hace algunos años, se asociaba la masturbación al sexo masculino pero, por suerte, la masturbación en las mujeres es cada día menos tabú en nuestra sociedad.
Entre sus beneficios, además de conocer nuestro propio cuerpo y familiarizarnos con él, está la capacidad de confianza que nos genera el hecho de saber lo que nos gusta y lo que no, lo que nos produce placer con más o menos intensidad…
Trabajar con la imaginación, con el morbo, excitarse creando nuestras propias historias eróticas en nuestra mente es un buen ejercicio a nivel mental.
Una forma que nos ayudará a perder el miedo a nosotros mismos, a nuestra desnudez es hacerlo ante un espejo, de modo que también podamos descubrir zonas que sin la ayuda de nuestro reflejo no sabríamos como son. Así lograrás conocerte mucho mejor y alcanzar el orgasmo de forma plena y más placentera.
Hacerlo en la ducha es muy probable que nos permita conseguir mayor satisfacción, ya que el agua es un buen aliado en estos menesteres. Para iniciar la práctica el chorro de la ducha es estupendo y te sale barato, pero si quieres más puedes empezar a experimentar con un masajeador, con el que puedes jugar en las áreas superficiales o un vibrador con el que alcanzar zonas más profundas. Puedes probarlo, si quieres, para introducir cambios o por simple curiosidad y experimentación, pero ten en cuenta que la imagen trasmitida por las películas pornográficas de la masturbación femenina es falsa. Nada de meterse cosas en la vagina para simular el coito y disfrutar. El estímulo debe dirigirse al clítoris aunque estimules la vagina con los dedos o alguna otra “cosa” adecuada (no vayamos a acabar en urgencias).
Por otra parte, al igual que después de practicar sexo con alguien te quedas relajada lo mismo te ocurrirá con la masturbación. Lograrás dejar a un lado las tensiones, el estrés del día a día y será uno de los puntos positivos de tus últimas 24 horas.
Masturbarse es además un buen ejercicio físico, que ayuda a tonificar el cuerpo.
Esa confianza en ti misma que generarás al darte placer y conocerte mejor te ayudará, como he dicho anteriormente, a tener mejores relaciones sexuales con otros, pero he de decirte también, que es muy probable que muchas veces ni las necesites. Si conoces tu cuerpo no es necesario acostarte con otras personas, puedes llegar a encontrar placer y experiencia fácilmente contigo misma. Te convertirás en una experta en el arte del amor propio.
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