Eyaculación femenina

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La eyaculación femenina es uno de los temas más controvertidos de la sexualidad que no logra poner de acuerdo a médicos y científicos. Y es que sexualmente hablando el cuerpo de la mujer siempre ha sido una caja de sorpresas.

Aunque hubo dificultad a la hora de comprobar si existía la eyaculación femenina, debido a que muchos médicos no lograban entender de donde procedía el fluido, los últimos estudios certifican que las verdaderas responsables de la eyaculación en mujeres son las Glándulas de Skene, que están situadas próximas al clítoris y la abertura de la uretra. El tamaño de estas glándulas varía en cada mujer.

La eyaculación femenina consiste en expulsar un líquido por la uretra cuando esas glándulas son estimuladas, generalmente cuando se llega al clímax sexual.
No debemos confundir la lubrificación con la eyaculación femenina, son cosas diferentes. Algunas mujeres producen mucha lubrificación durante el orgasmo, con la contracción de la vagina, pero la eyaculación es algo distinto, su fluido tiene consistencia acuosa, es transparente o de aspecto blanquecino y huele diferente.

La sustancia que se expulsa se forma en la “próstata femenina”, localizada en el punto G, la zona de mayor sensibilidad dentro de la vagina, ya que el clítoris, que posee más de 8.000 terminaciones nerviosas, se introduce hasta ocho centímetros en el interior de ésta, como si tuviéramos un pene interno. Las mujeres lógicamente no tienen el aparato necesario para eyacular como los hombres, pero pueden hacerlo con su propia anatomía.

Por otra parte, algunas mujeres eyaculan con relativa facilidad mientras que otras desconocen si lo hacen, o simplemente no llegan a hacerlo. De hecho, está comprobado que solo una minoría de mujeres lo consiguen. Muchas veces también se confunde con las ganas de orinar. Sin embargo, es muy difícil orinar tanto para hombres como para mujeres durante un orgasmo. Los músculos de la región pélvica se contraen e impiden la salida de la orina, por ello no se debe confundir una cosa con la otra.

El motivo por el que algunas mujeres sienten la necesidad de orinar cuando están a punto de eyacular es porque las Glándulas de Skene que segregan ese fluido están muy cerca de la uretra. En realidad, cualquier estímulo cerca de la región del clítoris puede provocar una intensa sensación de voluntad de orinar.

Para disipar las dudas, debes saber que la composición de la eyaculación femenina ya fue estudiada y se parece mucho a los fluidos protáticos expelidos por el hombre. El sexólogo Francisco Cabello Santamaría, director del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología, llevó a cabo, en 1996, un experimento en el que analizó la orina de 24 mujeres después de tener un orgasmo y en todas las muestras encontró antígeno específico prostático (PAS), un componente del líquido eyaculatorio femenino.

Y esto no era nada nuevo ya que se conocía siglos atrás, hasta que a finales del siglo XVI se inventó el microscopio y entonces perdió interés, al descubrirse que estaba desprovisto de espermatozoides. Hace tiempo también que Deborah Sundahl, educadora sexual estadounidense, empezó a hablar del tema, hasta convertirse en la gurú de la eyaculación femenina. Sus cursos, vídeos y su libro “Female ejaculation and the G Spot” son todo un éxito.

SkeneComo todas las mujeres tienen Glándulas de Skene, cualquiera puede eyacular, algunas con más y otras con menos facilidad, como he apuntado anteriormente, pero es algo que se puede practicar y llegar a conseguir.

De todos modos no debemos mitificarlo, ya que el hecho de eyacular no significa en ningún caso que el orgasmo sea más intenso. Esa sensación de expeler un líquido durante el orgasmo puede resultar muy placentera pero el orgasmo en sí no es necesariamente más intenso. No hay ninguna relación directa entre la intensidad del placer y la presencia de eyaculación.

Y para acabar de desmitificar la eyaculación femenina, debes saber también que nada tiene que ver con lo que aparece en las películas porno en las que el fluido es más consistente y abundante. En este tipo de películas se ha puesto de moda lo que llaman el squirt refiriéndose a la eyaculación femenina, donde algunas aspirantes a estrellas utilizan trucos como introducirse líquidos en sus partes que luego lanzan en el momento justo.

De hecho, el fluido puede salir de tu cuerpo con más o menos intensidad y volumen dependiendo de la mujer, pero no del modo exagerado en el que aparece en las películas, que son solo eso, películas.

Para conseguirlo es necesario estimular la región de la uretra, muy próxima al clítoris y a las glándulas parauretrales. El punto G está muy próximo a las Glándulas de Skene pero también es posible llegar a eyacular solo con estimulación externa, presionando el clítoris y la uretra. Puedes empezar por estimular el clítoris por fuera, después introducir los dedos en la vagina y localizar el punto G, una zona rugosa justo detrás del hueso púbico.

Si mueves los dedos de atrás a delante y viceversa y luego varías los movimientos (presionando con movimientos circulares más o menos acelerados), lo estarás haciendo bien. Cuando empieces a tener una sensación como de ganas de hacer pipí es que vas por el buen camino.

Si lo combinas con ejercicios de contracción de los músculos vaginales ¡Ahí está! Lo habrás conseguido. Y si no habrás pasado un rato estupendo contigo misma.

carmen-blue11-e1401998995764Carmen Blue

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