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Hoy 20 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Felicidad que se celebró por primera vez el año 2013. En realidad deberíamos celebrar todos los días ese ratito que tenemos de felicidad. Porque aunque la felicidad es un estado emocional, no es ni mucho menos constante. Todos somos felices a ratitos y esos momentos son los que tenemos que disfrutar. Es un estado que propicia paz interior, que genera positivismo y nos estimula para conseguir nuevas metas.

Aunque es difícil definir lo que significa felicidad, es una condición interna de satisfacción y alegría, por eso es normal que casi todo lo que hacemos sea con el fin de lograrla.

La felicidad depende de muchos factores, principalmente es la necesidad de conseguir algo externo y de vivir de acuerdo a los valores culturales del momento. Sin embargo, la idea de que obtendremos felicidad consiguiendo cosas materiales como más dinero, una casa, un coche mejor, etc. no es más que una forma de frustrarnos si no logramos al objetivo.

Lo mismo ocurre si nos obsesionamos con obtener la aceptación o admiración de la gente, bajar de peso, vernos más jóvenes, tener un cuerpo más fuerte, etc. Lo importante es aceptarse a uno mismo como es y también a los demás. La felicidad no es un fin o una meta a alcanzar, sino un proceso que se vive día a día. Ser felices no significa vivir en el éxtasis todo el tiempo, eso es imposible. Tampoco podemos esperar que la felicidad se mantenga indefinidamente. Para ser felices hay que buscar la felicidad en nuestro interior.

Estar satisfecho con nuestra vida. Nuestra satisfacción con la vida está relacionada con nuestras expectativas, logros y autoestima. Debemos marcarnos expectativas altas pero alcanzables y trabajar adecuadamente para lograrlas y así no caer en la insatisfacción o frustración. Intentar tener más momentos positivos que negativos, aunque la vida está llena de momentos de alegría pero también de dolor.

Estos últimos debemos afrontarlos de la mejor manera posible y no dejar que nos hundan. El ser humano tiende a darle más importancia a las cosas negativas que a las positivas. Lo que debemos hacer es valorar las cosas positivas y disfrutarlas, regocijándonos en ese momento de felicidad. Una persona feliz disfruta plenamente cada momento de alegría, bienestar o satisfacción y del mismo modo, cuando vive una situación dolorosa, la enfrenta de la mejor forma posible, pero no se queda atorado en el dolor ni en los problemas.

La felicidad es esa sensación de bienestar general que tenemos como resultado de vivir momentos placenteros, y éstos los encontraremos en detalles de la vida diaria como estar con la familia, salir con amigos, , disfrutar de una película, un buen libro, una comida, etc. Otro de los momentos en los que podemos experimentar felicidad es cuando nos concentramos en alguna actividad que nos gusta y parece que todo se paraliza a nuestro alrededor.

Pero la felicidad más profunda y duradera es aquella que experimentamos si vivimos una vida plena de sentido y significado, en la que conectamos con nosotros mismos y con los demás, es decir, estamos en armonía y no nos causa conflicto lo que queremos y lo que vivimos.
En definitiva, se trata de vivir el momento y exprimir al máximo esos ratitos de alegría y de bienestar.

Ya lo decía Gandhi: ‎»La felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía».

Y así lo expresaban Voltaire, Gala o Einstein, entre otros: «La felicidad frecuentemente se cuela por una puerta que no sabías que estaba abierta». John Barrymore.
«La felicidad es íntima, no exterior; y por lo tanto no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos». Henry Van Dyke.
«La felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante”. Antonio Gala.
«Cuanto más feliz soy, más compadezco a los reyes». Voltaire.
«Una mesa, una silla, un plato de fruta y un violín, ¿qué más necesita un hombre para ser feliz?» Albert Einstein.
«La felicidad es tener una gran familia, cariñosa, diligente, que se preocupe por uno y que esté unida; pero que viva en otra ciudad». George Burns.
«La felicidad es sencillamente buena salud y mala memoria». Albert Schweitzer.
«La felicidad no es algo que experimentas; es algo que recuerdas». Oscar Levant.
«La felicidad compensa en altura lo que le falta en longitud». Robert Frost.

¡Feliz Día de la Felicidad querid@s!

Carmen Blue

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