El mejor amigo

Si te gusta comparte...Share on Facebook0Tweet about this on TwitterEmail to someone

niños quechicEs cierto que no hay nada peor que una mujer despechada, ¿o sí? Si se lo preguntamos a los hombres seguramente muchos nos dirán que es peor una amiga despechada. Me explico.

¿Nunca habéis tenido un amigo al que le contáis todo, en el que os apoyáis para todo? El típico amigo al que acudimos cuando necesitamos consejo, un punto de vista masculino, etc. Ese que siempre está disponible y…soltero.

Si tenéis un amigo así preguntadle qué es lo peor que le puede decir una mujer. No será la típica frase de: “Tenemos que hablar”. Esa también les asusta, pero no. La que menos les gusta y más les acongoja es: “Lo siento, pero te quiero solo como amigo.” Eso quiere decir que para ti él es el más simpático, el que mejor escucha, el más guay y enrollado, pero que no vas a salir con él. Y, lo que es peor, que acabarás liada con cualquier impresentable de los que solo quieren echarte un polvo, y cuando eso suceda acudirás a tu amigo a llorar tus penas y pedirle consejo.

¡No hay quien nos entienda! Nuestro querido amigo se pregunta qué es lo que ha hecho para no ser merecedor de nuestro amor (pero del amor carnal, que al final es el que les interesa a todos). ¿Y qué ha hecho mal? Si nos ha acompañado al cine (aun eligiendo comedia romántica), hemos bailado en la disco, disfrutado en conciertos, nos ha hecho reír (algo que valoramos muchísimo), hemos tomado cientos de cafés, mantenido largas conversaciones…

El pobre se preguntará cuántos son los cafés que se puede uno tomar con una chica sin traspasar la línea de llegar a ser amigos, porque de saberlo se hubiera tomado unos cuantos menos y quizá ahora se estaría acostando contigo. ¿Y lo sabemos nosotras?

Es que somos muy complicadas, sí. Para nosotras un amigo es como un tampón: vas a la playa con él, de fiesta o de viaje, pero no puedes mantener relaciones sexuales. ¡Así es!

Lo que ocurre es que cuando nosotras les decimos que solo los queremos como amigos, quiere decir que solo somos amigos, quiere decir eso y punto. Pero ellos piensan que como somos “ambiguas” en nuestras respuestas (-“¿Qué te pasa?”-“Nada”. Y ese nada quiere decir que te pasa algo, por ejemplo) quizá alguna noche de verano, de juerga, en la playa, bajo la Luna llena los planetas se alineen y consigan enrollarse con nosotras, sus amigas.

Por eso siguen ahí, al pie del cañón, sin perder la esperanza, a ver si suena la flauta, aunque te líes con otro. Claro, porque si sales con otro esperan a que rompas con él y que después vayas a llorar a sus brazos. Es lo que ellos llaman técnica del consolador: “No te preocupes, ese es un chulo que no te merecía. Tú eres especial y tienes que estar con alguien especial…como yo”.

Y así aprovechan su situación como amigos para meter cizaña contra su adversario, soñando con eliminar la competencia. Siguen sin entender que lo que nosotras tenemos con ellos es una relación especial, que no tendríamos ni con nuestra pareja. ¿Si no cómo se explican que podamos dormir en la misma cama, tienda de campaña o similar sin que pase absolutamente nada? Ellos lo pasarán fatal toda la noche pensando en que están en la cama con una tía, dudando si entrarte, si rozarte, si tocarte disimuladamente una teta… Mientras tú, después de quedarte en bragas y camiseta, te metiste en la cama y nada más acostarte le diste las buenas noches y la espalda, te hiciste un ovillo y te dormiste profundamente.

Y ya el colmo es cuando arreglas tus diferencias con tu ex, a pesar de los consejos de tu gran amigo, y volvéis a salir juntos. La cara que se le queda al pobre cuando vas corriendo a contárselo, sobre todo después del esfuerzo que ha hecho para que abrieras los ojos y te alejaras de él. Y encima para celebrarlo os vais de viaje (fin de semana romántico en una preciosa y apartada casa rural), pero tu amigo también entra en los planes, porque le dejáis a Tobby, el perro de tu novio, para que lo cuide en vuestra ausencia. Él pensará: “Bueno, al menos me quedo con el mejor amigo del hombre, porque este sí que es un amigo”.

En realidad es una pena, porque todo esto solo significa una cosa: que mujeres y hombres no podemos ser amigos, pero no por la parte que nos toca a nosotras sino por ellos. No quieren una amiga y menos una amiga despechada, porque ni con esas consiguen nada, aunque siempre piensen que puede haber algo más.

Zemanta Related Posts ThumbnailCarmen Blue

 

Si te gusta comparte...Share on Facebook0Tweet about this on TwitterEmail to someone

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *