Archivo de la categoría: Que chic

‘La reina de la casa’

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La administradora de esta revista ha levantado la tapa de los truenos al pretender sonrojar a los machos por el simple hecho de serlos, aireando supuestas manías que compartimos los hombres en general y, supongo, que alguno en particular. ¿Cómo es posible quese atreva a protestar por supuestas imperfecciones que solo son accidentes que demuestran nuestra presencia y nuestra delicada consideración con ellas? Hay que ser muy atrevida para culpar a los machos de algunas ligerezas cuando es la mujer, a la que cariñosamente titulamos ‘La reina de la casa‘ quien más manías exponen y que tenemos que padecer las parejas.

A ver es fácil criticar que se nos pueda escapar alguna gotilla de lo que ella ligeramente llama nuestra manguera cuando las mujeres no tienen ese problema. ¿Saben ellas lo que cuesta mantener la puntería afinada durante una micción larga? Claro que no. Eso no es una manía y producto más bien del cansancio, que nos hace temblar las manos, o de la sorpresa cuando, sin avisar, nos invaden nuestro espacio íntimo para decirnos que hay que sacar al perro. De mania, por lo tanto, nada. Sigue leyendo

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RETRATO: NATALIA LIZETH, LA NIÑA INDÍGENA

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¿Puede una niña de 11 años llegar a los corazones con un discurso? En el mundo de la globalización se extienden los mensajes con una facilidad desproporcionada, provocando que no existan fronteras reales para la comunicación y éste es un claro ejemplo de ello. Lizeth es de origen náhatal, una etnia indígena mexicana que parece tener muy claros algunos conceptos, sobre todo de aquellos derivados de la secular violencia que padece su país. Es una niña enjuta, los ojos saltones, expresiva y con un acento enternecedor.

Durante la entrega de unos premios de un concurso fotográfico llamado ‘Un flaschazo ciudadano’ Lizeth se explayó en un discurso que prácticamente se ha difundido en el mundo entero a través de las redes sociales. Como un aldabonazo de aire fresco esta pequeña indígena se muestra orgullosa de serlo, se asombra de los niveles de corrupción y de violencia que padece México y subraya el alto valor de la honorabilidad, cuando dice que «los indios no firmaban papeles porque su palabra bastaba, eran hombres de honor».

La niña que se dedica a vender en las calles observa esta experiencia como algo que le ha servido para enriquecerse.

Su alocución es enternecedora y valiente y todo un ejemplo para los adultos, una memorable intervención que merece que recordemos aquí.

avatar mini2                                                               La sombra del testigo

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Pequeñas manías masculinas

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Todos tenemos costumbres, hábitos adquiridos o lo que llamamos coloquialmente “manías”, que pueden ser individuales, grupales o de género, de éstas últimas quería hablaros. Las manías individuales, por ser personales no molestan, faltaría mas, pero las manías ajenas nos ponen de los nervios, y no te digo nada si son las de tu pareja, éstas entran dentro de las categorías de género, grupales e individuales.
Y es que tanto hombres como mujeres tenemos nuestras manías, las cuales jamás admitiremos por supuesto, pero existen.

A ellos les encanta regar las plantas. Un hombre con una manguera en la mano a la altura de la cadera es un hombre feliz, puedes verlo reflejado en su cara de satisfacción, idéntica a la que pone cuando riega la tapa del váter con su otra manguera. Sigue leyendo

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¡Pero bueno!

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LUCINDAGAunque muchos me llamen friki, no puedo evitar reconocer que soy una adicta sin remedio a esos programas de televisión donde la gente se apunta a concursar, exponiendo su forma de ser y comportarse, a la crítica de la gran audiencia. Algunos se preguntarán que: ¿Qué hace una chica como yo viendo esa forma de hacer televisión? Una manera de presentarnos programas cuestionada por la casta periodística, y como no, por los que consideran que el gran público debe ver lo que ellos consideran adecuado. Y es entonces cuando mi cara adopta esa expresión de asombro de los emoticonos del whatsapp. ¿Adecuado para quién? ¿Perdona? Sigue leyendo

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JARRETE EN SALSA

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A la hora de plantear un rico plato para comer en grata compañía, siempre es mucho el nombre, el apelativo con que lo citemos. En el que quiero comentar hoy quizás el nombre pueda parecernos algo o muy snob o en exceso cutre, porque no es lo mismo decir que vas a comer “jarrete con verduras” que “zancarrón con verduras” o bien “ossobuco con regalos de la huerta al aceite de oliva y al guano como te equivoques”. O morcillo. Son lo mismo (salvo el detalle del hueso en el italiano) pero con distintos collares. A mí me gusta jarrete, es más filológico que es lo mío (o lo era).

Hay dos puntos a tener en cuenta para preparar tamaño manjar y son, a saber: 1.- A pesar de lo que algunos digan NUNCA con olla exprés. Y no es por miedo a la olla (uuuuuyyyyy), sino porque la gelatina no se forma si no es a fuego lento; y comer jarrete sin gelatina es como ver una foto de Aznar y no vomitar, falla algo. 2.- SIEMPRE hay que echarlo cuando el caldo esté caliente; queremos que la carne se quede con sus jugos, no que los deposite amorosa y generosamente en el caldito. Sigue leyendo

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