Aunque muchos me llamen friki, no puedo evitar reconocer que soy una adicta sin remedio a esos programas de televisión donde la gente se apunta a concursar, exponiendo su forma de ser y comportarse, a la crítica de la gran audiencia. Algunos se preguntarán que: ¿Qué hace una chica como yo viendo esa forma de hacer televisión? Una manera de presentarnos programas cuestionada por la casta periodística, y como no, por los que consideran que el gran público debe ver lo que ellos consideran adecuado. Y es entonces cuando mi cara adopta esa expresión de asombro de los emoticonos del whatsapp. ¿Adecuado para quién? ¿Perdona? Sigue leyendo
¡Pero bueno!
Deja una respuesta