RETRATO: NATALIA LIZETH, LA NIÑA INDÍGENA

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¿Puede una niña de 11 años llegar a los corazones con un discurso? En el mundo de la globalización se extienden los mensajes con una facilidad desproporcionada, provocando que no existan fronteras reales para la comunicación y éste es un claro ejemplo de ello. Lizeth es de origen náhatal, una etnia indígena mexicana que parece tener muy claros algunos conceptos, sobre todo de aquellos derivados de la secular violencia que padece su país. Es una niña enjuta, los ojos saltones, expresiva y con un acento enternecedor.

Durante la entrega de unos premios de un concurso fotográfico llamado ‘Un flaschazo ciudadano’ Lizeth se explayó en un discurso que prácticamente se ha difundido en el mundo entero a través de las redes sociales. Como un aldabonazo de aire fresco esta pequeña indígena se muestra orgullosa de serlo, se asombra de los niveles de corrupción y de violencia que padece México y subraya el alto valor de la honorabilidad, cuando dice que «los indios no firmaban papeles porque su palabra bastaba, eran hombres de honor».

La niña que se dedica a vender en las calles observa esta experiencia como algo que le ha servido para enriquecerse.

Su alocución es enternecedora y valiente y todo un ejemplo para los adultos, una memorable intervención que merece que recordemos aquí.

avatar mini2                                                               La sombra del testigo

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Un pensamiento en “RETRATO: NATALIA LIZETH, LA NIÑA INDÍGENA

  1. Mario

    Un verdadero ejemplo, de humildad, de inteligencia, de sabiduría en ése corazón tan pequeño y tan grande a la vez, donde ha aprendido los valores que se han perdido en todo el mundo, por el egoísmo y afán de enrriquecimiento, por el cuanto más tengo, más soy.
    Tomemos ejemplo de éstas palabras y pongámoslos en práctica para que ayudemos a crear un mundo mejor donde nuestras futúras generaciones puedan vivir en paz y recuperar ésos valores perdidos.

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