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Todos tenemos costumbres, hábitos adquiridos o lo que llamamos coloquialmente “manías”, que pueden ser individuales, grupales o de género, de éstas últimas quería hablaros. Las manías individuales, por ser personales no molestan, faltaría mas, pero las manías ajenas nos ponen de los nervios, y no te digo nada si son las de tu pareja, éstas entran dentro de las categorías de género, grupales e individuales.
Y es que tanto hombres como mujeres tenemos nuestras manías, las cuales jamás admitiremos por supuesto, pero existen.
A ellos les encanta regar las plantas. Un hombre con una manguera en la mano a la altura de la cadera es un hombre feliz, puedes verlo reflejado en su cara de satisfacción, idéntica a la que pone cuando riega la tapa del váter con su otra manguera.
En “el coche” no se fuma, ni se come ni se bebe, no se ponen los pies en el salpicadero (¿por cierto porqué se le llama salpicadero a esta parte del coche y no al váter?) no se tocan los espejos ni la guantera. En su pequeño reducto se respira el orden y la limpieza. El resto del mundo, osea las zonas comunes, ya son otra cosa. No es una cuestión egoísta, es sólo una manía, de hecho hay que tener en cuenta que él sí se mancha los pulmones fumando, pero no pasa nada.
Tampoco pasa nada si sus calcetines van solos arrastrándose desde el baño hasta el cesto de la ropa sucia, los tiene enseñados, desde que vivía con su mamá. Los hombres suelen amaestrar calcetines, slips y/o bóxers (vamos, los calzoncillos de toda la vida) camisetas interiores, pantalones, camisas y todo lo que sea susceptible de caer al suelo del baño.
Les encantan las pelis perrilleras, y si tiene algún chino cudeiro haciendo el majara mejor. Me refiero a esas películas que hasta las tomas falsas son falsas, se quedan embobados y ponen el automático, tu les hablas y ellos asienten con la cabeza, es el mejor momento para introducir una interesante conversación…
-¿A que soy la mejor, la más guapa e inteligente? He visto unos zapatos impresionantes, 200€, baratos, ¿me los regalas? Mi amor estoy pensando en tener un amante, ¿te parece bien?
“El mando de la tv es propiedad del macho-man”, eso viene en el contrato. Un hombre sin mando es un hombre sin poder, aunque al final se vea “Pretty Woman” por quinta vez, él tiene el mando y punto. Suele quedarse dormido con el mando en la mano, no viene en el contrato pero es lo que hay.
Tienen el radar defectuoso, ésto viene de fábrica, no son capaces de encontrar nada.
-¿Me pasas la sal?
-la tienes delante
-¿delante donde?
-en tu mano
Y para finalizar, otra actividad muy común en ellos es el teatro, sobretodo cuando se enferman. En cuanto estornudan dos veces les entra el pánico. Entran en una especie de regresión automática tipo «Benjamin Button», pasan de ser un tio duro a un peque en su más tierna infancia.
-Que malo estoy, no puedo más, me duele todo, ¡ay!, tengo fiebre seguro, mírame la garganta no puedo tragar; llama al trabajo, di que no voy, ve a la farmacia y tráeme algo potente me estoy poniendo peor por segundos, me voy pa cama…
Y todo eso poniendo ojitos caidos y cara de pena y… “voila”, ¡caiste!, y es que si nos tocan la vena maternal, las mujeres no somos nadie.
Haces todo lo que te dice y rapidito, no vaya a ser que… y cuando llegas a casa de la farmacia, te lo encuentras espatarrado en el sofá, frente a una peli perrillera, dormido con el mando en una mano y una cervecita semicaida en la otra, y te dan ganas de darle un cojinazo, pero en vez de eso te acercas, le miras la cara de buenazo, le das un beso y le tocas la frente, pero sólo para comprobar su temperatura eh, no vaya a ser que…
(Pd, ahora tocaría hablar de las manías de las mujeres, pero es que no me acuerdo de ninguna. Sin embargo, si a alguien se le enciende la bombilla, puede dejarnos su comentario. 😉 )
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Buenooooo no, buenísimo!!!! Jajajaja y todo cierto!!!