La niña melosa, dulce, simpática, risueña y milagrosa, la niña de las niñas, la que nos hizo llorar, palidecer de pena, el amor puro y duro, ha vuelto. Si, Heidi, la hija de las montañas, la nieta del abuelito, la sufridora de la señorita Rottenmeir, la sanadora de Clara, la paralítica, la amiga incondicional del brutote de Pedro, la angelical pequeña que jugaba con las cabritas, la pequeña que abrazaba al gran Niebla, el perro bobalicón y borrachín que se ganaba el jornal tumbado y durmiendo durante toda la serie, ha vuelto, para quedarse en el Canal Panda.
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NICOLÁS, NICOLASA Y LO QUE EN ESPAÑA PASA
Si no teníamos suficiente con un presunto impostor en nuestra querida España, ahora aparece su álter ego femenina: Anna Allen Martín. Una actriz española con una exitosa carrera que en los últimos tiempos resultó ser “ficticia”.
Es cierto que en sus inicios en Barcelona realizó teatro y algunos trabajos para la televisión catalana, como también lo es que trabajó en los primeros capítulos de la serie “Cuéntame”, en el año 2001, en la que Allen interpretaba el personaje de Marta Altamira, la novia de Toni Alcántara. Además durante dos temporadas protagonizó en 2009 la serie “Acusados” y en 2011 se incorporó al elenco de la serie de ficción de Telecinco “Homicidios”; rodó para televisión “Un burka por amor”; intervino en el Festival de Mérida donde estrenó el montaje teatral de “Antígona del siglo XXI” en el papel de Antígona y en 2013 dirigió y escribió la obra de teatro “Exit”. Sigue leyendo
¡Pero bueno!
Aunque muchos me llamen friki, no puedo evitar reconocer que soy una adicta sin remedio a esos programas de televisión donde la gente se apunta a concursar, exponiendo su forma de ser y comportarse, a la crítica de la gran audiencia. Algunos se preguntarán que: ¿Qué hace una chica como yo viendo esa forma de hacer televisión? Una manera de presentarnos programas cuestionada por la casta periodística, y como no, por los que consideran que el gran público debe ver lo que ellos consideran adecuado. Y es entonces cuando mi cara adopta esa expresión de asombro de los emoticonos del whatsapp. ¿Adecuado para quién? ¿Perdona? Sigue leyendo