BISTURÍ ¿SI O NO?

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La belleza se define como la característica de una cosa que a través de una experiencia perceptiva provoca una sensación de placer o un sentimiento de satisfacción. La Real Academia Española la define como la propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Pero el concepto de lo bello o lo feo, pertenece a la subjetividad de cada uno respecto a sus vivencias y su formación.

Muchos de los referentes del cine o la moda se ciñen a unos cánones que la publicidad nos vende. Las guapas y guapos de la gran pantalla o el papel couché pretenden serlo para siempre y no aceptan el paso del tiempo en sus cuerpos y, sobre todo, en sus rostros.

La última en apuntarse a la moda del bisturí fue Uma Thurman, que acababa así con todo el mito que giraba a su alrededor después de su deslumbrante belleza e interpretación con su trabajo como la femme fatale Mia Wallace en el filme de Tarantino, Pulp Fiction. Pero otras fueron antes: Catherine Zeta-Jones, Meg Ryan, Renee Zelewer, Demi Moore, Kim Basinger, Sharon Stone, Melanie Griffith, Nicole Kidman…Y también otros: Michael Jackson, Silvester Stallone, Mickey Rourky, y ahora Maradona. ¡Pelotazo!

Y es que el bisturí ha sido una herramienta muy demandada en Hollywood en los últimos años para que estos genios de la pantalla y más allá transformaran sus rostros hasta quedar en muchos casos casi irreconocibles. Si observamos el antes y el después de algun@s famos@s nos quedamos de piedra con las atrocidades estéticas que se han hecho. En ocasiones los cambios que se han realizado han sido para mejor, pero en otras a algunas se les ha ido la mano con el bótox.
¿Y qué me decís de la fiebre de operarse la nariz? Esa prominencia de nuestra cara que nos aporta personalidad (ya nadie se acuerda de Cyrano de Bergerac). A Jennifer Grey, la actriz protagonista de “Dirty Dancing”, la rinoplastia que se hizo en los 90 le cambió el rostro por completo e influyó negativamente en su carrera ya que el público no la reconocía.
¿Será culpa del cirujano o del paciente obsesionado con la eterna juventud?

rennéEl miedo a envejecer es una de las razones por las que muchas de las actrices se operan. Pasar por el quirófano para borrar del su rostro los signos del paso del tiempo es su “salvación”. Pero el tiempo seguirá avanzando y su huella será perceptible por mucho que queramos disimularla. Un paisano de mi tierra decía eso de que “la arruga es bella”. Lo decía para aplicarlo a los trapitos que nos vendía, lo cual era un alivio solo por el hecho de no tener que planchar. Yo lo aplico a la piel que nos cubrimos con esos trapitos y a la que no tapamos también: nuestro rostro.

Una cosa es hacerse un retoque por salud y otra que sea por salud, pero mental. En el segundo caso lo que hay es que cambiar de mentalidad, no de imagen. Cualquier cuerpo común, incluidos modelos y famosos, tiene imperfecciones que son precisamente las que nos convierten en únicos. Algo que para nosotros es un defecto ante el espejo, no es más que un signo de singularidad, aquello que nos aporta personalidad o, en el caso de las arrugas, lo que deja ver que bajo esa piel hay muchas historias vividas y muchas por vivir bajo el poso de la experiencia.

Siempre existió y existirá un profundo debate respecto a la belleza humana. Cada época se rige por unos cánones que en unos siglos fueron las formas redondas, en otros la escasez de curvas y en este podríamos ponernos de acuerdo para que sea una cosa intermedia pero sin desechar a nadie.

carmen-blue11-e1401998995764Carmen Blue

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