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La escritora y bloguera estadounidense de 27 años y madre de tres niños, Rachel Hollis, ha revolucionado las redes con una foto que publicó hace unas semanas en su página de Facebook. En la imagen luce cuerpo en bikini, un cuerpo normal, de una mujer que ha dado a luz a tres niños, con sus estrías, su vientre flácido y su ombligo fofo, como ella misma dice.
La bloguera está habituada a publicar con frecuencia imágenes de sus estilismos. Pero ha sido una fotografía reivindicando la belleza natural, haciendo referencia a sus estrías tras el nacimiento de sus tres hijos, la que la ha hecho famosa. Además, se ha convertido en una verdadera inspiración para muchas cibernautas que se han animado también a compartir una foto suya donde muestran con orgullo su cuerpo. Ella nunca esperó que la imagen causara tanto revuelo, aunque es consciente de que estamos acostumbrados a que nos vendan el cuerpo perfecto tanto en los medios de comunicación como en la publicidad, pero lo cierto es que la mujer normal no posee ese cuerpo de medidas exactas.
«No son cicatrices, son marcas que uno se gana. Estoy orgullosa de este cuerpo y de todas las marcas que hay en él», dice Hollis.
Su sincero y conmovedor mensaje se transformó en un verdadero fenómeno viral: más de 381 mil “Me Gusta”, muchísimos comentarios y su post fue compartido unas 47 mil veces. Su fotografía apareció en numerosos medios de comunicación, no solo de prensa escrita, sino también en la televisión. Ahora cuenta con algo más de 16.000 seguidores en Facebook.
La verdad es que el tema de la belleza, de lo que es o no bello es muy subjetivo. A pesar de que nos venden un patrón, de que existe un canon, los cuerpos reales son otra cosa y nosotr@s lo sabemos. ¡Acaso no tenemos espejos en casa! Lo normal es otra cosa, no lo que muestran las portadas de las revistas ni los anuncios de cremas milagrosas. Lo normal eres tú o soy yo. Y lo importante es sentirse bien con uno mismo, cuidarse por salud, no por belleza, y vivir cada instante como si fuera el último. Algún día ese momento llegará y nuestro cuerpo se quedará en eso, un simple pedazo de carne inerte. Así que, mejor ocuparnos de lo que aquí dejamos, y si tenemos hijos, nos salen estrías, se nos cae el culo o los pechos solo debemos pensar que es porque tenemos el privilegio de ser creadoras, diosas que consiguen perpetuar la especie. ¿O no?
El día que consigamos que una fotografía como esta, una portada con una mujer de más de 40 o una pasarela en la que desfilen mujeres de talla 42 no sean noticia, ese día seremos todos normales.
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