Hace unos días nos despertábamos con una noticia que ha generado mucha controversia entre distintos sectores: el carné por puntos para bicicletas. Una propuesta de la RACE (Real Automóvil Club de España) pretende hacer extensivo el carné por puntos a los ciclistas, además de obligarlos a tener un seguro y matrícula. Esta medida, que no tiene vigencia en ningún país del mundo, incluso en los que más tradición ciclista poseen, a los usuarios y las asociaciones de ciclistas les parece que solo tiene afán recaudatorio.
En otros países europeos, como Alemania y Suecia, donde las condiciones climáticas para pedalear son menos favorables, el porcentaje de ciclistas regulares ronda el 79%. En España, solo el 50% de españoles practica esta actividad física con regularidad. Las Comunidades autónomas en las que tiene más éxito la bicicleta son, curiosamente, las de la zona norte del país: Navarra, La Rioja, País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia.
Montar en bicicleta con regularidad reduce en más del 50% el riesgo de infarto de miocardio; baja la presión arterial y reduce el colesterol malo; fortalece el sistema inmunológico o de defensa; ejerce una función protectora sobre las articulaciones y ayuda a prevenir las dolencias de espalda; tonifica y fortalece los glúteos y todo el tronco inferior; favorece la concentración y aporta mayor calidad de sueño nocturno; combate el estrés y la ansiedad y proporciona a todo el organismo una sensación de estado de bienestar.
No olvidemos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el sedentarismo un importante factor de riesgo para la salud, por ello el uso de la bicicleta es muy recomendable.
Teniendo en cuenta estos datos, lo que se debería es intentar motivar a las personas a utilizar las dos ruedas y no poner trabas al uso de un medio de transporte divertido, saludable y no contaminante.