TRASEROS

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La revista científica Evolution and Human Behavior, publicó un estudio,  realizado por expertos de la Universidad de Texas, en el cual se demostraba que los hombres se sienten más atraídos por la curvatura de la espalda de una mujer, que por sus nalgas. ¡Toma ya!

Lo primero que me viene a la cabeza al leer este tipo de publicaciones, es que los 100 hombres que se prestaron para evaluar el grado de atractivo de varias imágenes que mostraban diversas curvaturas de la columna vertebral, debían estar muy aburridos para pararse a contestar al investigador de turno una encuesta sobre sus gustos “culinarios” (pero no los de comer, entiéndase culinario de culo, el de cagar lo comido). Por otra parte, un estudio de este tipo que requiere el trabajo de unos investigadores necesitará dinero para llevarse a cabo. Y digo yo, ¿no habrá otro tipo de investigaciones más productivas en las que invertir?

Bueno, vamos al grano, que seguro queréis una explicación al resultado de tan original estudio. Pues dicen los investigadores, que la explicación a esto es evolutiva y su origen está en la Prehistoria, donde los hombres se sentían más atraídos y  miraban mejor a las mujeres que contaban con una curvatura que permitía un apoyo adecuado para soportar múltiples embarazos. Ahí estamos, perpetuando especie.

La curvatura óptima según el estudio es de 45,5 grados, que si llega a ser fiebre nos morimos todas. El director de la investigación, David Lewis, explicó que esta estructura vertebral  preferida por los hombres, permite que las  mujeres que se encuentran embarazadas sean más propensas a equilibrar mejor su peso sobre las caderas. Y termina diciendo que los hombres más que fijarse en un tamaño de culo se fijan en la curvatura de la espalda. ¡Ja!

Entiendo que los hombres de las cavernas se fijaran en la curvatura de la espalda y en la capacidad de la mujer para soportar embarazos y no lesionarse durante el tiempo de gestación, ya que tenían que realizar las duras tareas igualmente, ¿pero en verdad nuestros hombres contemporáneos no han evolucionado nada? Esto demuestra que siguen pensando como sus ancestros. Que los hombres de hoy en día prefieran la curvatura al tamaño, y que dicha curvatura genere en ellos  una atracción irresistible, me resulta increíble.

La conclusión de la investigación es que la belleza no es enteramente arbitraria, ni está en los ojos del que mira, sino que tiene más bien una lógica adaptativa coherente y que va a ser muy difícil que esta forma de pensar cambie.

Hombres de hoy en día, ¿en qué os fijáis realmente cuándo estáis a nuestras espaldas?

carmen-blue11-e1401998995764 Carmen Blue

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