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Lo más importante para que puedas experimentar sexo placentero es que exista comunicación en la pareja. Por otra parte, es necesario conocerse bien a uno mismo para saber qué es lo que te gusta y lo que no a la hora de tener relaciones sexuales.
Partiendo de estas dos premisas, existen otros detalles que harán que tu vida sexual sea un lujo.
El juego previo es necesario. ¿A quién no le gusta de vez en cuando un “aquí te pillo aquí te mato”? Eso está muy bien, pero no siempre es así. Las mujeres tardamos más que los hombres en excitarnos, por eso es fundamental llevar a cabo un precalentamiento. Los juegos previos no tienen por qué ser justo antes de tener sexo, puedes tener pequeños detalles a lo largo del día que harán que llegues con más ganas a la relación sexual.
Envíale algún mensaje calentito, o déjale notas por casa para que sepa que le tienes ganas. Recrea un ambiente sensual para vuestro encuentro con velas aromáticas, incienso, sábanas de seda…
Intenta volver un poquito loco a tu partenaire usando lencería sexy o juguetes sexuales. Véndale los ojos o átale las muñecas y deja que él te lo haga a ti. Susúrrale al oído, acarícialo y besa su cuerpo parándote en las zonas que más placer le producen. Empieza por las orejas, la nuca, el cuello, el pecho, dejando para el final sus genitales (ya sabes que ellos se excitan con más facilidad y le puedes provocar un orgasmo anticipado cuando lo que pretendéis es llegar juntos al clímax). Deja que él también te acaricie, pero recuérdale que hay que acariciar, no amasar. Algunos hombres son demasiado rápidos y torpes con las manos. Hay que proponerles ser más lentos y deleitarse con los detalles de la seducción.
Los besos son tan excitantes como las caricias. Besarse mirándose a los ojos, os hará conectar e incluso obviar las palabras (una mirada puede decir mucho más que mil palabras). Besar en el cuello, en la boca, en las orejas, en el pecho, en los pies… El beso hará que tengas complicidad además de placer.
Para muchas mujeres el clítoris está en los oídos. No me refiero a que sea una parte sensible, que lo es, sino a las palabras, a que nos susurren al oído. A nosotras nos gusta escuchar que les gustamos, que están excitados, que lo hacemos bien, que les fascinamos, o que nos quieren.
Un lubricante aumenta el placer el triple, incrementa la sensibilidad y también la duración de una relación sexual. Evitarás el dolor que puede producir el hecho de que la mucosa vaginal se reseque.
Deja volar la imaginación y olvídate de las limitaciones. Fuera prejuicios y tabús. Toma la iniciativa, no le dejes todo el trabajo a él y prueba a hacerlo en nuevos lugares, posturas diferentes, y movimientos usando los ejercicios Kegel como referencia (puedes consultar el artículo sobre los ejercicios de Kegel ).
Seguro hay muchas más técnicas que te hacen gozar de sexo placentero. ¿Nos cuentas alguna querid@?
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