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LA CARACOLA

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Y se marchó sin hacer ruido, tan solo un leve siseo de recogimiento destapando rotos, troncos, naturaleza muerta.

A lo lejos, dos juncos mecidos por el viento, juegan divertidos al atardecer mientras una pequeña pardela acaricia en vuelo raso la enorme masa de agua en el regreso a su hogar…
Sólo el reflejo del ave lo consigue aliviar.

Las nubes sombrean un paisaje otrora hermoso, promesa inclumplida de un futuro extrañamente feliz. Bajo las alas extendidas del cormorán negro, la maltrecha caracola escupe la arena que un fiel ermitaño se afana en limpiar. Otro sol muere lentamente y el maldito silencio volverá para gritar.

Ella no tiene aletas, jamás podrá nadar, ¿porqué la llaman entonces caracola de mar?

y.ro mini

 Y.Ro

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Una gran historia de amor

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Me encantan las pelis de miedo, y si son vistas desde bajo una manta frente a una chimenea en una tarde de invierno mejor. El problema es que ya no hay pelis buenas, como las de antes, tipo «El Exorcista», «El Ente», «Aquella casa al lado del cementerio», o mas recientemente «Los Otros» o «Sexto Sentido». Debe ser que me estoy haciendo mayor y mas incrédula, porque las de ahora me parecen flojas y poco creíbles. Sigue leyendo

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«El tsunami»

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Bajo un cielo claro de cristal precioso sus pies copiaban huellas de otros sobre la arena, cuando un sonido lejano como ronroneo de gato la hizo mirar al mar.

Mientras éste se retiraba sorbido por algo extraño, del fondo del horizonte una masa enorme fue tomando forma y en cuestión de segundos la atrapó, le dio dos vueltas y otra más, y mientras giraba, vio su vida desde otras perspectivas y lo que antes era orden subjetivo y lineal se convirtió en una explosión de colores. Colores aprehendidos hacía mucho tiempo y guardados en el lado oculto de la memoria.

No fue fácil perder la cordura, a según qué edad la mente se vuelve mecánica y el corazón de metal, es una cuestión de practicidad, de supervivencia racional.

Pero El tsunami venía a por ella, con esa energía arrolladora que tiene la naturaleza en estado puro.

Sensaciones de que lo desconocido era algo conocido, su propio ser visto en los ojos de quien la mira. De quien la desea, y deseo de volver al mar arrastrada por El.

bynY. Ro

 

 

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