Romper una relación supone una serie de cambios en nuestra vida y nuestros hábitos, pero también es un cambio en nuestro cerebro. Los expertos comparan el estado de la ruptura con el de enamorarse, solo que a la inversa.
Eso de que el amor es como una droga no se dice en vano. Hay diferentes sistemas neuronales en conflicto dentro de tu cerebro cuando te enamoras y cuando acabas una relación (sobre todo si te dejan). Estas mismas partes del cerebro también son las que responden a los efectos de la nicotina o la cocaína. Activar esas neuronas, además, libera grandes flujos del neurotransmisor conocido como dopamina, la cual activa circuitos dentro del cerebro que crean más deseo. Sigue leyendo