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En esta galería de retratos de mujeres excepcionales que venimos presentándoles hoy merece un lugar de honor Margaret Hamilton, probablemente una de la mentes más preclaras del siglo pasado, que con su sabiduría y ya desde muy temprana edad posibilitó que el hombre pusiera el pie en la luna en 1969. Nacida en 1936 están ustedes ante una ingeniera de la NASA responsable de crear el software de orientación del Apolo XI. Al igual que muchos programadores, Margaret aprendió sobre la marcha, a base de equivocarse, instalándose en una experimentación en la que el término ingeniero de software no existía.
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