RETRATO: LAS EXPLOTADAS HERMANAS DIONNE

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Probablemente no sean pocos los lectores los que conocen la terrible historia de explotación y humillación que sufrieron desde su nacimiento las quintillizas hermanas Dionne. Nacidas en mayo de 1934 en Corbeil, en el noroeste de Ontario, en Canadá, asistimos a una historia de abuso sin parangón, desde el mismo momento de su nacimiento, de Yvonne, Annette, Cécile, Émilie y Marie Reine.

Y todo comenzó cuando el matrimonio formado por los granjeros Oliva-Edouard y Elzire Dionne, que ya tenían cinco hijos en casa, decidieron firmar un contrato para exhibir a las recién nacidas en la Exposición Universal que se celebraba entonces en Chicago. Al tener conocimiemto de este hecho el primer ministro de Ontario, Mitchell Hepburn, asesorado por el médico que asistió al parto, ordena retirar la custodía de las pequeñas a sus progenitores y pasar a manos de un patronato que curiosamente iba a estar dirigido por el mismo doctor Dafoe.

Lo que se suponía que era un gesto honroso por salvar a las niñas de un acto de explotación se convirtió en mucho peor en manos de este médico sin escrúpulos que, como primer medida, instaló a las quintillizas en una sala de espejos a través de los cuales miles de visitantes, a través del pago de la entrada correspondiente, podían observarlas. Toda una atracción turística, como la mujer barbuda o eventos parecidos.

Mientras tanto, el matrimonio Dionne no paraba de luchar en los tribunales para recuperar a sus hijas. Y estas mientras tanto y como no podía ser de otro modo crecían y no paraban de viajar por todo el país, incluso hasta Hollywood, donde con solo dos años participaron en una película.
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Y de ahi al infinito….portadas de revistas, anuncios comerciales, vallas publicitarias, exposición pública de las quintillizaz…una barbaridad. Y nadie, por lo visto, era capaz de exponer un poco de sentido común, hasta la propia Isabel, reina consorte de Jorge VI, las recibió en 1939.
Pero aquí no acababa esta especie de explotación universal de las hermanas Dionne. Los padres insistieron e insistieron con quedarse con el filón y en 1943, cuando las niñas tenían nueve años, un tribunal falló a su favor, devolviéndoles la custodia.

Los padres, a los que ya se les vio el plumero desde el primer momento, siguieron aprovechándose del tirón de sus hijas y no sólo no menguaron su explotación sino que la aumentaron aún más, lo que se tradujo en unos beneficios que les llevó a dejar la modesta granja en la que vivían para trasladarse a una lujosa mansión de veinte habitaciones. Los ingresos para los padres llegaron a los 500 millones de dólares canadienses, lo que no está nada mal, dicho sea de paso.

Pero claro todo tiene su fin. En mayo de 1952 las quintillizas cumplieron 18 años y por lo tanto capacidad para tomar sus propias decisiones. Y la primera, hartas ya de ser munñecas de feria y enriquecer a tanto desalmado, fue la de abandonar el negocio familiar y marcharse del ‘hogar‘, tomando cada una de ellas un camino distinto.

Émile entró en un convento, segura de que allí encontraría los valores a los que no pudo acceder ni en su infancia ni en su primera juventud, pero a los 20 años sufrióp una crisis epiléptica y murió. Tres de las hermanas, Marie Reine, Annette y Cécile, se casaron poco después y solo Tvonne permaneció soltera.

En la actualidad solo siguen con vida, con ya 80 años, Annette y Cécile. Marie Reine falleció en 1975, a los 35 años, víctima de una trombosis e Yvonne en 2001, con 67, a causa de un cáncer.
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En 1995 las hermanas sobrevivientes que todavía seguían con vida, intervinieron en el programa de la Radiotelevisión de Montreal para, entre otras cosas, declarar que habían sufrido abusos sexuales por parte de su padre.
Y es que hay vidas…

avatar mini2La Sombra

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