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Hoy, 23 de septiembre, es el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños. Fue instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dhaka, Bangladesh, en enero de 1999.
El objetivo de esta fecha es denunciar y erradicar estas prácticas, así como prestar atención a aquellas víctimas que han sufrido explotación sexual o han sido sometidas a trabajos forzosos (normalmente suelen ser mujeres y niños). Asimismo, intentar reinsertar a aquellas víctimas que han padecido esas atrocidades para que puedan recuperarse y hacer una vida normal.
La Organización Internacional del Trabajo afirma que existen 4 millones y medio de víctimas de explotación sexual forzada en el mundo y que el 90% son mujeres y niñas. Se calcula que son 5,7 millones los niños y niñas que se encuentran en situaciones de trabajo forzoso en el mundo y aproximadamente 1,8 millones son explotados en la industria del sexo. El 69% de las víctimas son explotadas sexualmente, y el 17% ronda los 12 y los 17 de años edad, mientras que un 2% son menores de 11 años. Se piensa que son muchas más, ya que es difícil cuantificar un negocio clandestino e ilegal como es el de la trata.
Afecta a prácticamente todas las naciones del mundo (se encontraron víctimas en 152 países) y es, claramente, una violación de los derechos humanos.
La trata tiene diferentes modalidades y una de ellas, la más extendida y conocida a nivel mundial, es la explotación sexual. Tras el cautiverio, si consiguen liberarse, este tipo de violencia deja secuelas muy marcadas para el resto de la vida de la víctima tanto a nivel psíquico como físico; víctimas que en su mayoría, como hemos apuntado, son mujeres, niñas y niños.
Se estima que este sucio negocio mueve más de 35 millones dólares. Hay países en los que está tan extendido, como en Tailandia, donde con 100 euros se puede comprar a una esclava sexual.
En España, los datos del pasado año mostraban que hubo un total de 11.000 víctimas. Además, diversos estudios afirman que el 80% de quienes ejercen la prostitución en nuestro país lo hacen en contra de su voluntad.
El Protocolo de Palermo define la trata de personas en su artículo 3 como: “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esta explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.”
La trata de personas es un delito de la delincuencia organizada transnacional. Es conocida como la esclavitud del Siglo XXI.
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