0
La expresión corporal en ocasiones es más elocuente que las palabras, por eso hay estudios que demuestran que dependiendo la postura en la que duermes en compañía de tu pareja se puede saber qué tal va vuestra relación.
De hecho, cuando nos enfadamos con nuestra pareja solemos cambiar de posición a la hora de dormir, cuando no nos quedamos en el sofá o los castigamos a ellos durmiendo allí. Sin embargo, si estamos a gusto, hemos tenido un gran día y la noche romántica, nuestra postura en la cama será diferente.
Cuando dormimos de espaldas al otro pero con algo de contacto, los especialistas dicen que estamos intentando preservar nuestro espacio individual sin perder el contacto. Esta postura indica que hay confianza en la relación y que uno necesita de la presencia del otro. Cuando no es común esta postura entonces indica también que ha sido un día muy pesado y lo importante es descansar, sin dejar de lado la pareja.
Sin embargo, si dormimos de espaldas pero separados, es una señal de que algo marcha mal en la relación. Revela la necesidad de separación y mayor libertad en la vida de ambos. Además, los especialistas se fijan en más detalles, por ejemplo, si las manos están cerradas y el cuerpo tenso, significaría que la pareja no desea comunicarse, porque probablemente habrán discutido antes de irse a dormir y todavía no han solucionado sus diferencias. También es una postura propia del verano o de los lugares donde la temperatura es elevada, de ese modo se busca evitar el calor corporal mientras duermes.
Si lo que quieres es intimidad y sientes la necesidad de observar a tu pareja, pero respetando su espacio, dormirás de frente a él pero sin tocarlo. Aunque no exista contacto, el simple hecho de volver el cuerpo hacia la otra persona significa aceptar al otro como parte de sí mismo.
Dormir entrelazados y de frente revela una pasión muy fuerte. Es una postura común en el inicio de una relación. Los especialistas apuntan además la posibilidad de que alguno de los integrantes de la pareja que duerme de este modo sufra de celos, de ahí la postura corporal de atrapar al otro.
Sin embargo, la postura que mejor refleja que la relación está bien y que hay armonía en la pareja es la de dormir acurrucando por la espalda, la clásica cucharita. En esta postura la persona que abraza tiende a ser la protectora en la relación, y la pareja se siente segura y cómoda a su lado. Los cuerpos se transforman en uno solo.
La postura en la que ambos se abrazan revela compromiso, amor y cariño entre la pareja. Demuestra un profundo afecto. Los abrazos reflejan esa confianza y amor.
Por otra parte, no solo la postura con respecto al otro puede darnos datos sobre momento que vive tu relación, también el espacio que ocupa cada uno.
Si uno de los dos ocupa más espacio de la cama y le deja al otro la esquinita, la cosa no pinta bien, a no ser que la excusa sea que es verano y hace mucho calor. El que busca más espacio es una forma de autoafirmación en la relación. Los especialistas dicen que revela que la relación pasa por un momento difícil, en el que la persona que ocupa menos espacio se siente insegura y con baja autoestima.
Si cada uno ocupa su espacio pero con los pies entrelazados indica que ambos se aman, pero también que la relación necesita atención, que hay una mezcla de pasión y desencuentros en la relación.
Si cada uno ocupa su espacio pero uno toca a otro, es señal de una relación esporádica, bastante espontánea en la que cada uno respeta el espacio del otro.
¿Cuál es tu postura en la cama, querid@?
0
