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Que tendrán los zapatos que tanto nos gustan a las mujeres. Pues que pueden elevarte a los altares o arruinar tu look en un plis plas. Un vestido increible lo convierte en una «horteridad» (palabro algecireño), como también puede dignificar uno muy sencillo.
Bueno, eso, y saber llevarlos, porque ponerte un taconazo y andar como si tuvieras dos ladrillos puestos como que no. Si no sabes, practica antes en casa y asegúrate de que los dominas:
1. Apoya primero el talón y luego la punta, balancea un poco las caderas, con cadencia, el movimiento es hacia los lados no hacia arriba, y no saltes o parecerás una garza.
2. Camina con pasos cortos pero firmes, a mayor longitud de tacón menor distancia en el paso, pon un pié delante del otro en una linea recta imaginaria, eso hace que el movimiento sea sensual.
3. Flexiona un pelín las rodillas, mantén la espalda recta y la mirada al frente. Hecha los hombros hacia atrás y deja caer los brazos relajadamente, acompañando al cuerpo de forma natural.
4. Mantén tus músculos abdominales apretados, lo que se dice «meter el ombligo para adentro». No demasiado, lo suficiente para mantenerte erguida sin molestarte en exceso, con el tiempo irás apretando un poco más. Ésta además es la mejor forma de conseguir un vientre plano.
Puede que al principio te cueste un poco pero si aprendes a hacerlo bien acabarás haciéndolo de manera natural, y si añades tu personalidad, lo habrás conseguido todo.
Algunos consejos importantes:
Para bajar las escaleras debemos poner la punta y tacón del zapato a la vez, y si el escalón es estrecho, ladear un poco el pié para que apoye por completo. Busca donde agarrarte para mantener el equilibrio y evitar caidas. Para subir, sólo la punta llevando todo el peso del cuerpo hacia la misma.
¿Qué tiene que tener un zapato espectacular?
1. Lineas sencillas y elegantes. Tiene que vestir el pié, no taparlo, hay zapatos que con tanto brillo y colgajo acaba siendo algo incómodo de ver.
2. Un tacón adecuado al uso en concreto que vayamos a darle en el momento de ponerlo. No es lo mismo ir a una fiesta en una sala de un hotel que en el jardín del mismo, donde probablemente se nos hunda fácilmente en la hierba, lo que nos forzará a mandar todo el peso del cuerpo a la parte delantera del pie y los dedos cargando así nuestros gemelos.
3. Una horma correcta. Jamás te pongas unos zapatos que te queden pequeños sólo porque te encantan, al final acabarás con los pies destrozados, y el uso continuo de estos puede causarte lesiones graves.
!Y Por dios no te descalces en la calle, antes muerta que sencilla!
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