Empieza la cuenta atrás… El 31 de diciembre dará paso a un nuevo año para el que quien más y quien menos tiene unas expectativas. Algunas personas más o menos supersticiosas siguen ciertos rituales con la creencia de que sus propósitos se pueden hacer realidad. En el fondo, son pequeños gestos para el crecimiento profesional, salud, encontrar el amor, la felicidad, dinero y evitar las energías negativas que a much@s les tranquilizan y les dan la esperanza de conseguir sus objetivos realizándolos ¿Quieres saber cuáles son?

-El más conocido es el de las uvas. Hay que comérselas todas.

–Comer lentejas el último día del año o inmediatamente después de las doce asegura prosperidad para el nuevo año. Es una tradición importada de Italia.

–La ropa interior de color rojo, que es el color de la prosperidad,  o  bien vestirla del revés durante las últimas horas del año y colocarla del derecho después de las doce, para que el próximo año tu armario se llene de ropa (ritual ideal para l@s fashion victim).

-Meter un anillo, a poder ser de oro, dentro de la copa de champán  con la que haremos el primer brindis del año. ¡Ojo con atrangantarse!

–El primer abrazo y/o beso del año debe ser a un hombre si quieres tener suerte en el amor. Y para rizar el rizo, si ya tienes pareja o un objetivo marcado, debes tener una foto suya contigo para dar la bienvenida al año. Si quieres que se quede contigo el resto de tu vida solo tienes que atar la foto con una cinta de color rojo y dormir con ella bajo tu almohada esa noche (para l@s que vais a dormir esa noche, otr@s estaremos de fiesta hasta el amanecer).

–Antes de cenar haz una lista con tres deseos para el nuevo año y guárdalo contigo, a poder ser pegado a tu piel. Al pasar las doce quémalo (sin provocar un incendio).

-Coloca dinero en tus zapatos o en tu bolsillo  durante la cena (mejor si son billetes).

–Las velas, dependiendo del color, tienen su significado. Puedes encender la que más te convenga: morada: aleja las malas energías y convierte lo negativo en positivo; blanca: adquirir paz o bien curar las heridas de alguna relación;  amarilla: atrae los buenos negocios; verde: salud; azul: alcanzar metas profesionales y cambiar de empleo; rosada: para encontrar al amor de tu vida; roja: enciende la llama del amor; dorada: atrae el dinero.

–El agua es otro elemento importante que nos puede traer buena fortuna. Puedes tirar un vaso de agua por la ventana (cuidado que no le caiga al vecino) o bien llenar un cubo de agua la mañana del último día del año. Cuando sean las doce lo tiras, esta vez no por la ventana sino por el WC. Supuestamente el agua ha absorbido la energía negativa.

–Hay que entrar en el nuevo año con el pie derecho. A ver quién es el más “equilibrado” poniéndose a la pata coja y después de las campanadas pisar con el pie derecho firmemente el suelo.

-Para tener éxito profesional hay que subirse a una silla antes de las doce.

-Hay que entrar en el año nuevo con la casa bien limpia, pero si además pones en las esquinas limones partidos en cuatro porciones, eliminarás las malas vibraciones. Además,  la casa debe estar completamente iluminada durante las campanadas, para que el año nuevo venga con claridad, positivamente y nos ilumine con  su energía.

–Dejar unas maletas en la puerta de casa nos traerá muchos viajes para el próximo año. O bien justo al comenzar el nuevo año salir al rellano y volver a entrar pisando con el pie derecho. Los más arriesgados pueden dejar la puerta de casa abierta durante las campanadas, para que entre la buena suerte(o puede que la mala si entran los amigos de lo ajeno).

Lo que me pregunto es cómo poder hacer para llevar   a cabo todos estos rituales y no morir en el intento: ¿terminaré subida a una silla a la pata coja? ¿O quemando una foto con las velas? ¿Tal vez  besando al vecino por dejar la puerta abierta, al que,  por cierto, le acabo de tirar un vaso de agua?

Creo que lo máximo que voy a intentar es comerme las doce uvas por aquello de que con la comida no se juega y en mi casa el bidón de la basura no se alimenta.  Y es que para mí lo más importante es acabar el año con las personas que realmente quieres  que formen parte de tu vida, las que están ahí cuando más lo necesitas y con esas personas vivir los primeros momentos del año nuevo compartiendo ilusión. Al fin y al cabo, el tiempo es solo un invento más del ser humano.

¡Que tengáis una buena salida y entrada de año, querid@s!