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Hace unos meses Gala León era la protagonista de algunos artículos y reportajes de numerosas publicaciones: ABC, El Correo, El Diario Vasco, La Verdad o El Norte de Castilla, entre otros. ¿Por qué? Su nombramiento como seleccionadora de la Copa Davis ha causado ese revuelo mediático.
Menos de 24 horas después de conocerse que sería la capitana ya había dudas que apuntaban directamente a su condición de mujer y no a sus aptitudes. ¿Nos sorprende en pleno S. XXI?
Si bien es cierto que León será la primera mujer que pilote el destino de la selección de España de tenis, en toda la historia de la Copa Davis existen cuatro precedentes. Según la Federación Internacional hubo mujeres al frente de Moldavia, San Marino, Siria y Panamá. Del mismo modo también es cierto que ya hubo hombres que dirigieron al equipo de la Copa Federación, la versión femenina de la Copa Davis, como Mico Margets, que estuvo casi 20 años en el puesto. Entonces, ¿por qué tanta polémica?
La capitana y directora deportiva de la RFET y la que fuera número 29 del mundo, afirma que le gustan los retos y que para ella es un honor y un orgullo ejercer esta función. Los tenistas españoles, sin embargo, recibieron con sorpresa el nombramiento de Gala León como seleccionadora. Alegaban que no había entrenado al máximo nivel en ninguno de los dos circuitos profesionales; que siempre había vivido al margen del masculino; y que ella misma reconoció que jamás había hablado con varios de los que ahora serán sus pupilos, incluido Rafa Nadal. Además se rompió la tradición de consultar con los jugadores, que esperaban que fuera, como en anteriores ocasiones, una elección consensuada.
«No es un tema de que sea una mujer o un hombre», según Feliciano López. «El problema es que no conoce a ninguno de los jugadores y que no nos han pedido opinión».
Toni Nadal, tío y entrenador del campeón no estuvo demasiado acertado en sus primeras declaraciones: “No sé si se había dado nunca que un equipo de Copa Davis fuera dirigido por una mujer, que no se me malinterprete, porque no tengo nada en contra de que haya una mujer. No es una persona que conozcamos en el circuito masculino, lo que es una dificultad añadida para ella, creo que no conoce a los jugadores, y hay una dificultad logística, porque en los equipos de Davis se pasa mucho tiempo en los vestuarios con poca ropa y con una mujer no deja de ser extraño. Mi lógica me decía que era más normal que fuera capitán Juan Carlos Ferrero”.
¿De verdad el problema es que una mujer entre en un vestuario masculino?
Verdasco toma una postura en esa misma línea: «No es por ir contra ella, pero siempre que se pueda el capitán debe ser un hombre».
Rafa Nadal estuvo mucho más comedido: «No tengo opinión porque no la conozco bien».
«Que sea chica no creo que afecte en nada», argumentó Marc López. “Los jugadores tenemos que aceptarlo, estar unidos, jugar, ganar y subir al Grupo Mundial. Será un poco diferente, pero no creo que influya en el desarrollo de su trabajo”.
Y a todas esas declaraciones Gala León respondía: «las opiniones de los demás hay que respetarlas y aceptarlas».
Tras la polémica generada por los tintes machistas de algunos de esos argumentos, ocho tenistas, entre ellos Verdasco, Feliciano López y Granollers, mantuvieron una reunión en Valencia a la que invitaron a Gala para proponerle que continuara como directora deportiva pero que dimitiera como capitana. En la reunión hubo ausencias como las de Ferrer o Nadal. A la salida Gala seguía ocupando sus dos puestos y pensando en trabajar para devolver a España al Grupo Mundial de la Copa Davis. “Hemos estado charlando un poquito, acercando posiciones, y todas las reuniones al final son constructivas, así que fenomenal… lo único que no voy a pedir perdón por ser mujer”, dijo León.
Y es que más allá de las capacidades de Gala León para hacerse cargo del equipo de Copa Davis, esas reacciones demuestran que hay un tema de fondo que aún está lejos ser superado: la presencia femenina en el deporte de élite masculino. Bueno, yo diría más, en el deporte de élite masculino y en cualquier puesto de responsabilidad, ya que parece que las mujeres tenemos que demostrar mucho más que los hombres en el ejercicio de nuestra profesión.
Sin embargo, tenemos ejemplos que encienden una luz de esperanza en el proceso de igualdad, a pesar de que los puestos de responsabilidad en el deporte están muy segregados, como los de Becky Hammon en el baloncesto, Corinne Diacre en el fútbol o aquí, en España, la entrenadora Carme Lluveras que fue asistente de Sergio Scariolo en el Unicaja.
La polémica, pues, está servida. El próximo compromiso aún es en julio de 2015, contra el ganador del Rusia-Dinamarca, así que veremos cómo evoluciona todo este “malentendido”, pero lo que está claro es que tenemos que romper una de las muchas barreras que aún quedan en pie entre el deporte masculino y femenino.

Carmen Blue

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