¿EMBARAZADA O ENFERMA?

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Nos hemos enterado hace unos días que la Presidenta de Andalucía, Susana Díaz, será madre en verano, o tal vez en primavera si se confirma que está embarazada de mellizos, como señalan algunas personas de su entorno. Pero Díaz además de esa noticia personal escondida bajo el abrigo, tenía otra que darnos: el adelanto electoral.

¿Está condicionada una cosa por la otra? ¿Se debe el cambio de fecha de las próximas elecciones a la presidencia de la Junta de Andalucía, previstas finalmente para el 22 de marzo, a su estado de gestación? Pues ella lo desmiente en un acto público en el que asegura que su embarazo «no afectará en absoluto al calendario electoral  porque lo conciliará con normalidad, como hacen miles de mujeres».

Sin embargo, tras conocerse ambas noticias se ha montado un revuelo que solo indica que vivimos en un país en el que las mujeres no podemos conciliar, y mucho menos si se trata de cargos públicos.
Sí señores, es cierto, hombres y mujeres no somos iguales, principalmente por un tema biológico. Y es que somos nosotras las que pasamos nueve meses de gestación y las que entramos en el paritorio. Pero esta diferencia no implica que podamos ejercer nuestras obligaciones laborables, además de las maternas. El problema aquí es que en España no existe una política correcta de conciliación de vida laboral con familiar, bueno ni correcta ni incorrecta ni nada, no existe nada.

Es posible que Susana lo tenga más fácil debido a su condición de política, con un sueldo elevado para poder pagarse una niñera y ofrecerle a su retoño (o retoños) todos los cuidados necesarios en su ausencia; pero también lo tendrá más difícil precisamente por ser figura pública. Ahora le llueven las críticas alegando que ese adelanto electoral se debe a causas personales y que eso en política no debe pasar. ¡En política, señores, hay cosas mucho peores que no deberían pasar!

No tiene porqué existir esa relación causa-efecto (e-feto, en este caso, si me permiten el chascarrillo). A mí personalmente me parece un debate ilógico. El adelanto electoral parece más bien una estrategia de partido para que la nueva formación política que ha irrumpido en el panorama electoral, Podemos, no tenga tiempo de consolidarse, de preparar a fondo estas elecciones y a su candidat@, y así validarse el PSOE de nuevo en las urnas.

No puede ser que en esta sociedad la imagen de la maternidad sea vista como un condicionante definitivo para la vida de las mujeres, sobre todo cuando se trata de dirigentes que ocupan cargos públicos en primera línea política. Susana Díaz se convertirá en la primera presidenta autonómica que se queda embarazada durante su mandato y además en plena campaña electoral. Pero no es ni mucho menos la primera que se embaraza estando en primera línea.

Carme Chacón, siendo Ministra de Defensa, sorprendió a todo el mundo pasando revista a las tropas en un adelantado estado de gestación y posteriormente compartió el permiso maternal con su marido, para incorporarse cuanto antes a su labor. En su momento “la niña de Rajoy”,  Soraya Sáenz de Santamaría, también dio a luz a solo nueve días de las elecciones generales, volviendo al trabajo tan solo diez días después de parir.

Por su parte, la líder de los socialistas navarros y candidata autonómica María Chivite está embarazada, como Díaz, aunque en un estado más avanzado. Sin embargo, las críticas son para Susana. La última controversia se produjo en la inauguración de la Conferencia Autonómica que se celebró el pasado fin de semana en Valencia. La presidenta andaluza, que era la encargada de dar inicio a este cónclave socialista, junto al presidente de Asturias y el líder del PSC, comunicó a última hora que debido a una gripe no podía acudir.

_susaLos médicos le aconsejaron reposo absoluto, lo que también le impediría estar en el funeral del cabo Javier Soria Toledo que se celebraba en Córdoba. Pues las malas lenguas ya se apresuraron a hablar de un desplante de la presidenta hacia Pedro Sánchez. Era la primera vez que ambos líderes se iban a encontrar tras las tensiones internas de las últimas semanas y el adelanto de las elecciones en Andalucía. Lo que está claro es que ya empezó la campaña electoral.

Una embarazada no es una enferma, aunque las enfermedades, como en este caso la gripe, suponen un riesgo mayor en ese estado. ¿Significa eso que la maternidad es una incapacidad? Pues no, la maternidad es una decisión y las mujeres que están en política lo están como mujeres, con sus necesidades y sus obligaciones. No debemos convertir algo que se debe vivir con total normalidad en algo extraordinario. En nuestra vida cotidiana seguro que conocemos a muchas mujeres que concilian o lo intentan (porque, como he dicho, este no es un país para madres trabajadoras) su maternidad con su trabajo.

En política debe ser igual, la profesión que una ejerce no debería hacer cambiar esa visión de conciliación ni suponer un freno en la carrera profesional. Los que tienen miedo de que Susana falte mucho al trabajo debido a su estado y posteriormente con el nacimiento de su bebé, que sepan que en España el permiso maternal se compone de 16 semanas o 112 días ininterrumpidos. De esas 16 semanas, seis son obligatorias. Las otras 10 son optativas y transferibles, es decir, la madre puede ceder al padre parte o todos esos 70 días. 

Si se incorpora antes, si cumple todo el plazo de la baja o si la comparte con su marido, es una decisión privada que estoy segura que por responsabilidad (las mujeres también tenemos de eso) dejará bien atados todos los cabos para que no se note su ausencia, ya que a fin de cuentas ella es una representante del pueblo que toma decisiones pero rodeada de asesores, que en realidad son los que hacen el trabajo. Para los que piensan que de su preñez lo que intenta es sacar buenos resultados electorales porque las mujeres nos identificaremos con ella, que sepan que las mujeres PENSAMOS y tenemos nuestra ideología, por mucho que en España cada vez el sistema educativo vaya a peor.

Para los que en su momento también criticaban a Carme, como Ministra de Defensa cuando estaba embarazada, que sepan que el Jefe del Ejército en ese momento era el Rey Don Juan Carlos, al que tampoco me imagino yo cazando elefantes estando el país en plena guerra. Sin embargo, en las guerras no solo mueren inocentes, también nacen.

En fin, que lo que hace falta es que llegue un gobierno que eche mano de este asunto de la conciliación y, al mismo tiempo, que los mal pensados abran su mente, que ya estamos en el S.XXI.

carmen-blue11-e1401998995764Carmen Blue

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