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Siempre escuchamos eso de que el perro es el mejor amigo del hombre, y ciertamente es así. Nos hacen compañía, son fieles, juguetones, nos sirven de guía, y también nos defienden.
Esto último es lo que están experimentando más de veinte mujeres que han sido maltratadas en toda España. Utilizan perros adiestrados para protegerse de sus agresores, un proyecto pionero en nuestro país y avalado por psicólogos, formadores y adiestradores.
La Fundación Mariscal se hace cargo de este proyecto, cuyo director y creador es Ángel Mariscal. Todo comenzó hace siete años, cuando una mujer lo llamó por teléfono para pedirle que adiestrara a su perro para que la protegiera de su maltratador. Realmente ese no era el cometido de su empresa Security Dogs, que solo adiestraba perros para seguridad privada, para ejercer como escoltas.
Entonces comenzaron a trabajar de modo diferente al habitual, sin entrenar al perro el instinto de caza, ni en el de defensa, ni el de seguridad, sino que se dieron cuenta de que el animal tiene otro instinto más arraigado: el de protección. Se les entrena para que su sola presencia disuada a los maltratadores, y protejan a las víctimas en caso de que los hombres no respondan a los avisos, repeliendo la agresión.
Los Pepos, como fueron bautizados, aportan más beneficios que el de protección a las mujeres que acompañan: la subida de autoestima, la confianza, la recuperación de sus vidas, relacionarse con las personas, salir a la calle…
La eficacia y seguridad del proyecto, pionero en trabajar el instinto de protección en los perros, está más que demostrada con el trabajo realizado por el equipo de Mariscal. Cuando las mujeres solicitan el programa, los psicólogos de la Fundación, especializados en violencia de género, valoran el caso para que posteriormente la mujer inicie el proceso formativo. Tiene que realizar un curso de 20 horas, el mismo que realizan por ley los vigilantes de seguridad, que de hecho se imparte en un centro habilitado por la Dirección General de la Policía.Después, realizan otro curso de 150 horas que las capacita para ser adiestradoras. Aquí juega un papel importante el estudio previo de los psicólogos, ya que el equipo escoge el perro más adecuado para cada caso, que se les dona, al igual que el resto de la formación. Perro y dueña establecerán un vínculo en función a su personalidad.
La Fundación empieza a estar desbordada no solo por el número de casos que tienen en lista de espera, también por los costes, ya que no reciben ningún tipo de ayuda institucional, costean íntegramente todo el proceso, unos 8.000€ por cada caso.
Por otra parte, las mujeres que ya forman parte de este proyecto, se quejan de las dificultades que encuentran para compatibilizar su vida diaria con la protección de sus perros. Estos perros protectores no son considerados como los perros guía que utilizan los invidentes, por ello es complicado subir en algún transporte público, entrar en un supermercado, ir al médico, entrar en una cafetería o en un restaurante. Lo que reclaman a las autoridades es que se legisle el uso de perro protector para las mujeres maltratadas.
Y desde Qué Chic nos sumamos a esa reclamación. Ojalá llegue algún día en el que no tenga que existir perro protector, ni mujer maltratada, ni maltratador.
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Yo necesitaría uno para q m proteguiera mi agresor está en busca y captura y yo no soy capaz ni de salir a la calle es desesperante.