Cebollas españolas

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abril 2012Ya nos hemos instalado en tierra canadiense, en el “Nuevo oeste” como aquí le llaman; concretamente, en Red Deer, la tercera ciudad más grande de Alberta, situada entre Calgary y Edmonton.

Aunque éste lugar viene a ser como Algeciras, bueno, bueno… quitando el “pescaito” que aquí es congelado, las terracitas, en las que te puedes congelar, y los kioscos en las calles, que de existir también estarían congelados; por lo demás si que hay la misma cantidad de personas viviendo, aunque no los ves casi nunca.

Sin ir mas lejos hace unas semanas tuvimos una típica nevada invernal y al día siguiente tocaba quitar nieve de las aceras de nuestras casas (porque si no lo haces te multan), pues cuando salí a la puerta de mi casa y vi tanta gente quitando nieve pensé… ¡ahí va! ¡Que no vivimos solos en esta calle! ¡Que resulta que tengo vecinos! Se me saltaban las lagrimas, que bonito, que de gente simpática; porque eso si, los canadienses son muy agradables, siempre sonriendo, dispuestos a ayudar, y eso a mi me viene genial porque cuando voy a comprar sola…jeje los dependientes (y digo “dependientes” porque hay tanto chicos como chicas, de eso ya hablaremos) siempre con su amable sonrisa intentando adivinar lo que la loca esta les esta pidiendo, o sea yo, que parezco un pavo pidiendo el indulto en navidad, una cosa séria lo mio. Gracias a dios que aquí casi todo son hipermercados, donde entras, llenas tu carrito, pasas por caja y pagas.

Pero claro, como son tan a-gra-da-bles, tienen que hablarte.. ¿how are you? Vale, ésta me la conozco, ¡contesto! ¡contesto! –estoy bien, algo de frio porque vengo andando y el viento me hiela la cara – digo en un ingles chapurreao pero entendible. La chica me mira y sonríe, una sonrisilla condescendiente -a lo mejor no me ha entendido, pienso.

mi primera compraMe pone la compra en las bolsas y me dice algo así como.. -grftwsng deikktndpl -y yo la miro y digo –¿eh? con el iptus que acompaña a la expresión. Me repite lo mismo y yo también, a la tercera.. la chica mira la caja, me da el todal del precio , yo pago y me voy, pero me voy mosqueada.. que cosa me habrá dicho? ¿Y si soy la clienta numero 100, me ha tocado algo y no me lo da porque no me entero? No me fío un pelo, por esa misma razón aquí no juego a la lotería, ¿y si me toca y cuando vaya a comprobar el premio me dicen que no tengo nada y resulta que luego veo al dependiente con un mustand por ahí? ¿Da que pensar eh?

Llego a mi casa y le comento a mi marido lo sucedido, y me aclara que “how are you” se usa como saludo inicial, que no quieren saber nada de tu vida, que se les contesta con “I’m good”, ¿and you? Pura cortesía; y digo yo…pues que me diga ¡hola! ¿para qué me pregunta cómo estoy?

Ahora caigo porqué la dependienta sonreía así, es como cuando en Algeciras le dices a un abuelete “buenos días” y te empieza a hablar del tiempo y acaba con sus años mozos.

Más tarde me enteré que era esa frase famosa que me repitió hasta tres veces, que paciencia, -¿ha encontrado todo lo que necesitaba? y yo -¿eh? jeje. Pero vamos guapa, que si no he encontrado algo tampoco me lo ibas a buscar, pura cortesía ¿no? atrévete a decirme lo mismo en mi tierra que te voy a tener toda la mañana haciéndome la compra, simpática.

leche

Mi primera compra fue espectacular, todo tan diferente.. 2 o 3 horas de aventura alimentaria investigando por el super; la leche, a 1% de grasa, a 2%, a 0%, con sabor a vainilla, a toffe, a avellana y de ¡4 litros! ¿No la venden mas pequeña? Pues no. Busco en internet la traducción de las cosas, bendito internet, ahora se que el “sole” es el lenguao y el “cod” el bacalao, antes no tenia ni idea de lo que comíamos, era pescao y punto.

¡Oh! y recuerdo el inolvidable día que encontré en una de las tiendas más caras “spanish onios”, ay casi lloro, ¡por favor! que me busquen al encargao que le voy a dar un beso en la frente, que tío mas majo.

Ay chicas.. disfruten de nuestras cebollas españolas que nunca se sabe cuánto se las puede echar de menos. Impresiones… ¡que no hay nada mejor que la plaza de abastos!

Patricia, una algecireña en Canadá

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