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Cierto es que su imagen difiere mucho de la que estamos acostumbrados a ver desfilar por las pasarelas, sin embargo, Gigi Hadid posee un físico envidiable. Nada de huesos y escasa piel que los transparentan, lo de Gigi son las curvas y de vértigo. Es una de las caras más cotizadas de la industria, trabaja para grandes firmas como Balmain, Versace, Moschino o Tommy Hilfiguer.
Estos días ha suscitado un poco de revuelo por la publicación de una carta en su Instagram. En ella solo respondía a los comentarios negativos sobre su físico y su triunfo en las pasarelas.
El resultado: seis millones y medio de seguidores en su cuenta, cerca de 260.000 me gusta, unos 12.500 comentarios y numerosos medios de comunicación publicando la noticia.
La modelo americana de 20 años, ha explotado. No soporta más esas críticas y decidió plantarles cara. Su carta, a modo de alegato, se ha hecho viral por su sinceridad pero, sobre todo, por lo rotunda que es. Esto es lo que escribe:
«Mucha gente es muy ligera al lanzar opiniones negativas en esta Semana de la Moda. Sí, los juicios en las redes sociales provienen de personas que, en el 99% de los casos, no tienen idea de qué están hablando, pero soy humana, y no voy a mentir, esa negatividad me ha afectado. He llegado a la conclusión de que cuando una llega a este punto es importante pensar por qué estás haciendo lo que haces. Cuál es tu mensaje. Qué tienes que decir. No, no tengo el mismo tipo de cuerpo que el resto de las modelos en los desfiles. No, no me creo la mejor en ningún desfile. Sí, quiero tener una forma de desfilar única pero también sé que tengo que mejorar. No, no soy la primera ni la última modelo de mi tipo en la industria. Podéis inventar todas las razones que queráis para explicar por qué estoy donde estoy pero, de verdad, soy una gran trabajadora que confía en sí misma, una confianza que empezó al tiempo que sentí que la industria estaba preparada para un cambio. Sólo estoy haciendo mi trabajo.
Represento un tipo de cuerpo que antes no estaba representado en la moda, y me siento afortunada por ser apoyada por diseñadores, estilistas y editores que sé que saben muy bien que esto es moda, es arte; y no puede ser siempre lo mismo. Estamos en 2015. Pero si vosotros no sois de esas personas, no explotéis vuestra rabia contra mí. Sí, tengo tetas. Tengo abdominales, tengo culo, tengo muslos, pero no estoy pidiendo un trato especial. Entro dentro de las tallas de muestra. Vuestros crueles comentarios no hacen que quiera cambiar mi cuerpo, no hacen que quiera decir «no» a los diseñadores que me piden que esté en sus desfiles. Si no quieren, no estaré. Así es cómo es y cómo será. Si no te gusto, no me sigas, no me mires, porque no me iré a ningún sitio. Si no tuviera el cuerpo que tengo, no tendría la carrera que tengo. Me encanta poder ser sexy.
Estoy orgullosa de ello. Lo he dicho antes… Espero que todo el mundo llegue a un punto en su vida en el que puedan hablar de cosas que le inspiran, y no sobre cosas que destrozan a otros. Si no quieres formar parte del cambio, al menos, ábrete a él, porque está irremediablemente sucediendo. Feliz Paris Fashion Week. Besos, G.»
Gigi se siente parte de una revolución en un mundo contradictorio, ya que por una parte se denuncia la delgadez, pero por otra se ataca a modelos que tienen curvas.
La americana no es la única que está cansada de la imagen de mujeres de extrema delgadez en la moda. Otra modelo, la inglesa de 23 años Rosie Nelson, ha puesto en jaque a la industria con el éxito cosechado por su petición en Change.Org. Pretende crear una ley que proteja a los jóvenes modelos frente al peso que se les exige. Reclama la responsabilidad que tienen las agencias en el bienestar de las niñas y niños que comienzan con ilusión a trabajar y que ven condicionado su éxito a su delgadez. Una denuncia que no es nueva, ya llevamos unos años escuchando en distintos foros las protestas.
Yo me quedo con estas palabras de la carta de la modelo: “que todo el mundo llegue a un punto en su vida en el que puedan hablar de cosas que le inspiran, y no sobre cosas que destrozan a otros”.
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