¡Qué llueva, qué llueva!

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Otoño, estación de lluvias. De eso en el norte sabemos un rato. La climatología es un tema de conversación muy frecuente en cualquier época del año, pero especialmente cuando se produce un cambio estacional. Y ahí estamos, en el ascensor, con el vecino del 5º al que no conocemos de nada, quejándonos de cómo han bajado las temperaturas, de lo aburridos que estamos ya de tanta lluvia y de nuestros deseos por la llegada del veranito. Pues grave error si pensamos en lo importante que es el agua para nuestras vidas. La vida es agua y sin agua no hay vida

. Constituye alrededor del 60% del peso corporal en los hombres y cerca del 50% en las mujeres. El cerebro es 75% agua, por eso una deshidratación moderada puede causar dolor de cabeza y mareos. La sangre es 92% agua, los huesos son 22% y los músculos un 75%. El agua ayuda a casi todas las funciones del cuerpo humano. La necesitamos para exhalar. Regula la temperatura del cuerpo. Es la parte más grande de nuestros sistemas sanguíneo y linfático, colabora en el transporte de alimento y oxígeno a las células y desechando intrusos y desperdicios. Ayuda a convertir los alimentos en energía y a absorber los nutrientes. Limpia nuestros riñones. Humedece nuestros ojos, boca y pasajes nasales. Mantiene al cuerpo fresco cuando hace calor y aislado cuando hace frío. Provee de los minerales que nuestro cuerpo necesita tales como manganeso, magnesio, cobalto y cobre. Una apropiada hidratación mejora la concentración y el tiempo de reacción, sobre todo cuando practicamos deporte, pero también en nuestras tareas diarias. El agua ayuda durante el ejercicio a darte más energía, incrementa las calorías que quemas y, en definitiva, hace que tu cuerpo reduzca los depósitos de grasa. imagesEl agua ayuda a prevenir resfriados, cálculos en los riñones y cáncer. Hace que la piel luzca más tersa, pulida, suave y libre de arrugas. Todo esto lo hace el agua. ¿Qué seríamos sin ella? Nada. Y después nos empeñamos en beber otras sustancias que no son agua. Pues grave error también. La mayoría de nosotros no le prestamos mucha atención a los líquidos que se vierten en nuestros cuerpos, pero deberíamos. Sobre todo si estás tratando de perder peso o simplemente quieres llevar un estilo de vida saludable, tendrás que eliminar de tu vida ciertas cosillas que sabes que no te ayudarán a conseguirlo, entre ellas algunas bebidas que, lejos de hidratarte, solo van a perjudicar a tu organismo. Por ejemplo, las bebidas de zumo comerciales (naranjadas o limonadas) cargadas de azúcar se tienen que acabar, contienen edulcorantes artificiales, elementos para llenarlas de colores y sabores y falsas propagandas de vitaminas. No seas vag@ y prepárate un zumo natural. Esos que consideras «saludables» batidos de frutas que compras en el súper o que te tomas en los fast food, no siempre tienen frutos reales y están llenos de azúcar. Lo mismo ocurre con la mayoría de los refrescos que se han relacionado con casos de obesidad. El café contiene cafeína pero también calorías y azúcar (para los que lo endulzan), no conviene su consumo en exceso, como tampoco el de los licores. Éstos últimos aumentan el riesgo de padecer obesidad y otros problemas de salud. Los aficionados a las bebidas deportivas deben saber que son buenas, pero sin abusar puesto que llevan gran cantidad de azúcar y conservantes. Los electrolitos son buenos solo cuando se ha sudado en exceso. Sin embargo, las bebidas energizantes resultan ser una solución a corto plazo, porque provocan una sobrecarga de cafeína y por el azúcar que contienen. Sin duda la mejor bebida para nuestro cuerpo es y será el agua. Así que si llueve… ¡que llueva!

carmen-blue11-e1401998995764Carmen Blue

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