Lo trascendental y lo trivial se dan la mano en la obra del fotógrafo Neil Craver. Este norteamericano, que comenzó su andadura artística como pintor abstracto y escultor figurativo, se puso tras el objetivo experimentando las diferentes técnicas utilizadas en la fotografía a través de medios analógicos y digitales.
Su serie «Omni Phantasmic» no te dejará indiferente. En ella aparecen cuerpos en el agua. Craver la califica como un viaje visual de la metamorfosis dentro de las aguas subconscientes de la mente. El agua es el punto de partida del ser humano desde su origen, en el vientre de su madre. Craver se inspira en este hecho y en la búsqueda de ese recuerdo perdido.
Son múltiples las sensaciones que podemos sentir al observar sus imágenes: ahogo, ingravidez, sensualidad, impotencia… Es un viaje al fondo de la mente por medio del cuerpo desnudo femenino sumergido en el agua. El ahogamiento y flotación, cayendo y volando, la muerte y la vida son las contradicciones a las que nos enfrentamos al observar su trabajo.
En sus fotografías no pretende mostrarnos una simple imagen hermosa de un cuerpo desnudo y su escenario, sino que como él mismo afirma: “Mi trabajo está destinado a ser consumido emocionalmente, y no sólo percibido con los órganos sensoriales.”
Poética y fantasía se mezclan en sus fotografías, que nos trasladan a un mundo mágico cercano al subconsciente que el artista explora y que, a su vez, invita a hacerlo al espectador.
Aquí una muestra de este singular trabajo.