0
La teniente Shaye Harver y la capitán Kristen Griest, han sido las dos primeras soldados en graduarse dela escuela Rangers del Ejército estadounidense y las dos primeras mujeres que están listas para entrar en combate.
Harver es una piloto de helicópteros Apache de las Fuerzas Aéreas y Griest una oficial de la policía militar de Estados Unidos. Forman parte de un grupo de 19 mujeres que iniciaron el pasado mes de abril las agotadoras pruebas físicas y psicológicas. Griest y Haver fueron las únicas capaces de superarlas con éxito.
Esta fue la primera vez que se permitió que mujeres participaran en el entrenamiento de la Escuela de los Rangers, después de que en 2013 el gobierno del presidente Barack Obama anunciara una serie de medidas para que pudieran integrarse en puestos de combate, algo que se espera suceda a partir del próximo año. De hecho, el Secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, señaló que unas 110.000 posiciones de combate del Ejército quedarán abiertas a las mujeres desde el 1 de enero de 2016.
A las nuevas ranger solo les falta saber cuál será su cargo una vez que el Ejército determine qué puestos de los 200.000 que aún les están vetados, podrán ser cubiertos por mujeres. Se espera que a partir de este mes de septiembre las distintas unidades especifiquen los puestos exactos que pueden ocupar las mujeres.
La Escuela de Rangers exige completar nueve semanas de entrenamiento intensivo en varias localizaciones de EE UU. Algunas de las pruebas físicas que deben superar pasan por ser capaces de hacer 49 flexiones en dos minutos y 59 abdominales en el mismo tiempo, correr tres km en menos de 15 minutos, 8 km en menos de 40 minutos, realizar una caminata de 24 km cargando un equipo de unos 30 kg y nadar 15 metros con ese mismo equipo. Además tienen que escalar montañas de arena y roca, recorrer trayectos nocturnos en los pantanos de Florida, sin apenas dormir y cargando siempre con esa equipación que puede llegar a los 45 kg de peso, enfrentarse a la sensación de aislamiento, poniendo a prueba sus limitaciones físicas y mentales, aprender técnicas de cruce de cauces y habilidades para sobrevivir en un entorno selvático o pantanoso, debiendo ser capaces de lidiar con reptiles y distinguir las serpientes venenosas, lanzarse en paracaídas, realizar ejercicios de emboscadas, patrullas de reconocimiento, combate en espacios cerrados y operaciones aéreas,etc.
En la actualidad, este entrenamiento se realiza en tres fases: Fase Darby, Fase de Montaña y Fase de Florida, en las que los participantes, como se puede derivar de las pruebas que deben realizar, han de combatir la fatiga, el hambre y el estrés. No es de extrañar que tan sólo un 40% de los aspirantes superen las pruebas.
El programa está considerado como uno de los más exigentes del Ejército y es requisito obligatorio para todas las unidades de combate. La dureza de las pruebas para ser un ranger tiene como objetivo preparar a los soldados para que puedan participar en operaciones de combate.
EE.UU. tiene cerca de 1,4 millones de militares en activo, de los que solo el 15% son mujeres.
El hecho de que Griest y Haver superasen con éxito esas duras pruebas y se convirtieran en las primeras mujeres ranger de la historia, demuestra que las mujeres podemos soportar situaciones físicas y mentales al mismo nivel que los hombres y que podemos superar los mismos obstáculos y el mismo entrenamiento que ellos.
0
