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Himba, significa mendigos. Es el nombre de una etnia de nativos de la región árida de Kunene. Los himbas viven en esa zona del noroeste de Namibia desde hace 200 años. Es una de las pocas tribus africanas que aún hoy mantienen su cultura. Son un pueblo semi-nómada. Viven de la ganadería. Los pastores himba(unos 10.000 individuos) viven de espaldas a un mundo en constante cambio. Reunieron un grupo de vacas y cabras y emigraron a la zona donde hoy en día están instalados. De hecho, sus vacas son de las cosas más importantes en su vida. Son símbolo de estatus y de identidad.
Las mujeres himba son muy respetadas dentro de la comunidad (a su manera y con sus normas). Dedican su tiempo al cuidado de la familia y de la tribu. Viven en chozas de paja hechas con los excrementos de sus propias vacas. Aprovechan sus pieles para vestirse, aunque no suelen llevar mucha ropa, aparte de un básico taparrabos, pero usan gran cantidad de ornamentos al estilo de collares y brazaletes. De sus vacas también extraen la leche con la que se alimentan. La hierven al fuego de las hogueras y la baten hasta lograr una especie de papilla que comen con las manos. Con su manteca se pintan la piel…
Cada mañana la mujer himba realiza una serie de rituales para su aseo.Dentro de sus chozas guardan numerosos frascos de barro con diferentes ungüentos. En uno de ellos es donde tienen la mezcla de ocre, manteca de vaca, hierbas y el polvo resultante de machacar unas piedras rojizas. Con este ungüento, que les proporciona el característico color rojizo de su piel, es con lo que todos los días se untan el cuerpo. También les sirve para protegerlos del sol y de los mosquitos. Las mujeres, además, se distinguen por los enrevesados estilos con que arreglan su cabellera. Al igual que con su cuerpo, untan sus cabellos dándoles las formas de trenzas. El peinado de la mujer himba depende de su estatus dentro de la tribu. Así mismo, guardan en crema perfumes que ellas mismas fabrican. Su aseo personal se reduce a esto ya que los himbas jamás se bañan con agua.
El respeto a la jerarquía encabezada por el jefe y el derecho y deber a cultivar la belleza corporal, son dos de las estrictas normas heredadas de sus ancestros.
Normalmente conviven tres o cuatro poblados cercanos entre los que existe comunicación. Cada uno de ellos tiene su “rey” y su “reina”. El jefe de cada tribu es además su líder espiritual. Se permite la poligamia, pero un hombre no puede pasar más de dos noches con la misma esposa y desatender a la otra. Además, el asesinato de una mujer conlleva un pago mayor al del asesinato de un hombre.
Como veis, los Himba son el único grupo de nativos de Namibia que aún conserva el original estilo de vida que tenía hace algunos siglos. No han sido todavía muy influenciados por elementos culturales importados. Sin embargo, esto está cambiando debido al aumento en el flujo de turistas desde la independencia de Namibia en 1990. Un claro ejemplo es el hecho de que entre todos los niños de esas tribus, a unos cuatro o cinco se les da la opción de formarse, reciben la oportunidad de estudiar en el colegio con el resto de niños no pertenecientes a este tipo de tribus. Y otro ejemplo más negativo tiene que ver con los dulces y el alcohol que los turistas les regalan, que son elementos nuevos para los himba y su consumo ya ha provocado casos de caries y alcoholismo en alguno de los poblados.
La mano del hombre, como siempre, todo lo destruye. Es natural que los Himba a lo largo de los años hayan tenido que sobrevivir a algunos periodos de intensa sequía, pero también a intentos de exterminio genocida por parte del gobierno colonial alemán de Lothar von Trotha, a principios del S.XX. Además, les afectó directamente el conflicto bélico que enfrentó las fuerzas de SWAPO, Angola y Cuba contra las de Sudáfrica entre 1966 y 1988. Sin embargo, los Himba han conseguido hacer del desierto su hogar y en la actualidad viven en paz, con el resto de las tribus y con ellos mismos.
Una exposición del experimentado fotógrafo Juan Echeverria, en el Patio Alto de la Biblioteca Pública de la Casa de las Conchas, que podréis visitar hasta el próximo día 3 de mayo, cuya temática está protagonizada por la tribu de los Himba, es un buen reflejo del estilo de vida de sus habitantes, adaptados a un medio natural hosco y estéril. Yo he tenido el privilegio de verla en una escapada la pasada Semana Santa y os la recomiendo, no os dejará indiferente.
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