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El método Karezza es una técnica erótica que se centra en la estimulación mutua con el fin de prolongar el placer sin llegar al orgasmo. Es una forma de reforzar los vínculos afectivos de la pareja y canalizar las emociones donde prevalece la sensualidad. La pareja gozará del sexo sin prisas y sin la presión de tener que alcanzar el orgasmo.
Karezza procede del italiano carezza (caricia) y ahí está la clave de esta práctica sexual. El intercambio de caricias, besos, miradas cómplices, masajes… para disfrutar al máximo del cuerpo del otro y del tuyo propio, además de estrechar lazos emocionales.
Esta experiencia sexual requiere tiempo, dedicación, calma. Es fundamental que la pareja esté relajada y se sientan cómodos. Todo el juego de caricias, besos, deben ser lentos, lo cual proporciona placer y control de la excitación. Hay que escuchar el cuerpo del otro sin necesidad de hablar, basta con mirarse, abrazarse, sentir el latido de su corazón y sus gemidos, liberar la imaginación probando cosas nuevas y explorando las zonas erógenas.
Practicar el método Karezza, según los sexólogos, es beneficioso por igual para mujeres y hombres. Permite tener más confianza y control de las relaciones íntimas, mejora la vida sexual de la pareja y además puede ayudar en el tratamiento de trastornos sexuales, como la disfunción eréctil o el vaginismo.
Aunque pensemos que esta forma de practicar sexo es reciente, en realidad fue rescatada del pasado. Alice Bunker Stockhan, obstetra y ginecóloga norteamericana, ya a principios del siglo XX, creó una serie de técnicas para mejorar el vínculo entre las parejas y publicó el libro «Karezza, la ética del matrimonio» con el fin de ayudar a sus pacientes a conseguir una mejor salud, mayor armonía y logro espiritual. Stockham promovió en aquella época la igualdad de género, el control de la natalidad y la satisfacción sexual tanto masculina como femenina. Una mujer que, sin duda, merece capítulo aparte en nuestra revista.
El método Karezza se compara e incluso se confunde con el sexo tántrico, sin embargo, son diferentes. A pesar de que con ambos se intenta atrasar el orgasmo, el método Karezza deja más lugar a la imaginación y la improvisación. Cuando tienes el control sobre tu cuerpo y adquieres la habilidad para manejarlo eres capaz de canalizar tu energía sexual y ofrecérsela a tu pareja por medio de todos tus sentidos. Así puedes satisfacer y quedar satisfecho sin necesidad de llegar al orgasmo. Lo importante en este método es conocer las necesidades del otro, además de expresar las tuyas propias.
¿Practicáis el Método Karezza? ¿Os animáis a hacerlo? En otra entrada de Qué Chic podréis descubrir algunas técnicas para conseguir ser un experto en Karezza.
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