0
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Esta señalada fecha no existiría si no fuera por la mujer de la que escribimos hoy en Qué Chic: Clara Zetkin.
En su carta de presentación, además, podríamos decir que fue una notable política feminista. Como tal, consiguió el derecho al voto de la mujer alemana y que el 8 de marzo fuese considerado Día Internacional de la Mujer en recuerdo de las 129 costureras industriales de la fábrica estadounidense Sirtwood Cotto. Las trabajadoras se declararon en huelga un 8 de marzo de 1908 para reivindicar un sueldo digno, la reducción de la jornada de trabajo a diez horas, el derecho de unirse a sindicatos y el rechazo a la mano de obra infantil. Por desgracia, murieron quemadas en el interior de la fábrica en un incendio provocado en respuesta a esta manifestación pacífica.
Clara Zetkin ayudó a organizar la I Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Stuttgart (Alemania), donde fue nombrada Secretaria Internacional de la Mujer y tras la cual fundaron la organización que hoy se conoce con el nombre de Internacional Socialista de Mujeres.En el II Encuentro fue donde Clara presentó la propuesta de conmemorar un «Día Internacional de la Mujer» o «Día de la Mujer Trabajadora», con el fin de mejorar las condiciones de vida de la mujer en general y, en particular, de la mujer trabajadora. Pero, sobre todo había una reivindicación fundamental: el derecho al voto, sin el cual cualquier otra demanda no tendría sentido y sería imposible de lograr.
Clara pretendía que todas las mujeres gozaran de autonomía para ser independientes e implicarlas activamente en la política del país. Su interés por la política y la igualdad de derechos la llevó a fundar el periódico «La Igualdad» (“Die Gleichheit”), que llegó a tener 125 mil suscriptores y fue durante 25 años el canal de expresión de las mujeres socialistas de su época, llegando a convertirse en órgano oficial de la Internacional de Mujeres Socialistas. Clara Zetkin era una mujer liberal, adelantada a su época, hecho que demuestra incluso en su vida personal (nunca se casó con su pareja, Ossip Zetkin, pese a lo cual ella adoptó su apellido y tuvieron dos hijos).
Con el estallido de la I Guerra Mundial, Zetkin colaboró con su amiga Rosa Luxemburgo con la que había coincidido en el Congreso del Partido Socialdemócrata en Stuttgart. Juntas trabajaron en actividades para detener la guerra, se unió a los espartaquistas (la famosa «Liga Espartaco», grupo revolucionario y antirreformista), y fue encarcelada en varias ocasiones, se le prohibió hablar en público y, finalmente, la excluyeron del Partido Socialdemócrata Alemán. En la Conferencia de Zimmerwald tanto Clara como Rosa, ambas encarceladas en ese momento, fueron homenajeadas por sus compañeras y seguidoras. El mismo reconocimiento que le otorgamos en Qué Chic por su incansable lucha por el derecho al voto de las mujeres, por el mantenimiento de la paz, por hacer un llamamiento a las mujeres socialistas para que se opusieran enérgicamente a una guerra que solo beneficiaba a una burguesía machista y explotadora, por los derechos sociales (seguros y medicinas para mujeres y niños) y contra el encarecimiento de la vida.
Clara fue fundadora del Partido Comunista Alemán, por el que sería diputada desde 1920 hasta la llegada de los nazis, además de ser elegida Presidenta del Movimiento Internacional de las Mujeres Socialistas.
La llegada de Hitler al poder la lleva a exiliarse en la Unión Soviética, donde sus días de lucha terminarían un 20 de junio de 1933. Clara tenía 76 años. Su cuerpo fue sepultado en las murallas del Kremlin.
0
