Los diferentes estudios e investigaciones muestran que en chicos jóvenes, de entre 18 y 35 años, la disfunción eréctil se produce en un 80 % por ansiedad excesiva y tan solo en el 20% restante por causas orgánicas. También es natural que al ir aumentando la edad en el hombre, la incidencia de los factores físicos vaya creciendo.
Es normal que en alguna vez en la vida el hombre no tenga erección. En muchos casos se produce debido a diversos factores: cansancio, estrés, ansiedad excesiva, consumo de sustancias como alcohol o drogas… También puede suceder en el primer encuentro sexual con una persona, debido al nerviosismo; o por falta de atracción. Asimismo, los problemas orgánicos o trastornos psicológicos, influyen en la disfunción eréctil.
Pero a veces él mismo es su propio verdugo. Cuando aparecen pensamientos negativos, como “no voy a poder lograr tener erección”, activa el sistema de alarmas (sistema autónomo simpático), sufre de tensión y ansiedad, que van en aumento, producto del estado de desesperación por no lograr tener esa ansiada erección y provocan la disfunción eréctil.
El hecho de que sea objeto de chistes y que popularmente la disfunción tenga sinónimos ingeniosos para describirla pero peyorativos, no ayuda demasiado. Para el que la padece es un asunto serio, ya que no se trata solo de la incapacidad para mantener relaciones sexuales, sino que también influye en el estado de ánimo y la autoestima.
Las estadísticas apuntan a que la disfunción eréctil afecta al 8% de los hombres de más de 40 años, y a un 40% de quienes han cumplido ya los 60, según International Journal of Impotence Research. Y no hablamos de un “pinchazo” de vez en cuando.
La solución pasa por la famosa Viagra, pero más allá de los fármacos los hombres pueden echar mano de diversos métodos naturales que ayudan a paliar este trastorno. Algunos de los consejos de los expertos pasan por:
–Consumir mucho aceite de oliva, frutas, verduras, pasta y todo lo que engloba la aplaudida dieta mediterránea.
–Hacer una visita al herbolario. Allí podrás comprar arginina, que es un aminoácido que aumenta el flujo de sangre necesario para el acto sexual. También se encuentra en alimentos ricos en proteínas como la soja, el arroz integral, el pollo, las nueces y los lácteos. Además, algunas plantas tienen poderes afrodisiacos: acrecientan el deseo y la potencia, como el yohimbe, el ginkgo y, por supuesto, el ginseng.
–Practicar deporte con frecuencia, ya que mejorará la circulación sanguínea y, por tanto, el rendimiento. Hacer también ejercicios de relajación. El estrés es responsable de muchos trastornos de salud, incluida la disfunción eréctil. Practicar regularmente ejercicios de respiración, tratar de desconectar del trabajo e intentar relativizar los problemas ayuda a obtener un buen estado de salud.
-Si eres fumador, tienes más riesgo de padecer disfunción. Así que, apaga el cigarrillo.
–Hacer más el amor. Los hombres que tienen relaciones con más frecuencia son menos propensos a padecer este problema. En otras palabras, que a más sexo, menos disfunción eréctil. Pero esta es más bien una medida preventiva.
En definitiva, se trata de mejorar el peso y cuidar la dieta, practicar deporte, beber menos alcohol, dormir lo necesario e identificar factores de riesgo como la diabetes, la hipertensión o el colesterol.