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foto Jordi Soteras, El Mundo
El pasado 3 de Marzo, leí un artículo en «El Mundo» que hablaba de una querella interpuesta por una chica llamada Clio Almansa a una empresa por un proceso de selección de personal un tanto «especial», para un puesto como agente comercial dedicada a la venta de aspiradores y de ósmosis.
Una de las pruebas consistía en que uno de los directivos de la empresa se ubicó en el centro de una sala mostrando un billete de 50€, y antes de dejarlo caer gritó que el puesto sería «para aquel que lo obtuviese como parte de su primer sueldo», esto provocó que los aspirantes se lanzaran a la carrera para intentar cogerlo primero y uno de ellos, Clio Almansa resultó herida a consecuencia de las lesiones que le provocaron los golpes recibidos y la caída. La más importante, una lesión en un hueso de la columna vertebral que la mantuvo de baja laboral durante más de un año.
Según el artículo, los primeros días les dieron cursos de motivación, con música alta, luces de colores y mucha animación para hacerles subir la adrenalina y vender mejor. El tercer día, los aspirantes fueron llevados a una sala donde habían dispuesto una serie de sillas en menor número a la de los asistentes y les fue planteado que cada vez que se parase la música, todo aquel que no obtuviese asiento quedaría automáticamente eliminado de la prueba de selección. Tras esta prueba vino la del billete de 50€.
Clio Almansa fue contratada, el mismo día que se lesionó, aunque según su abogado por «verguenza y resentimiento» de la empresa, pues ella estaba «incapacitada para desempeñar las funciones del trabajo». Tras el primer mes cobrado, Clio recibió un burofax en el que se le anunciaban su despido alegando que no había superado el período de dos meses de prueba que estipulaba su contrato. En la denuncia que interpuso la chica alegaba que se había sentido «humillada, vejada y maltratada». El juzgado pidió un informe al médico forense para acotar el alcance de las lesiones y acusa a la empresa de las faltas de lesiones y de vejación injusta.
Y digo yo ¿cuál es el motivo por el que hacen ese tipo de pruebas? ¿qué les demuestra? Porque si quieren descartar a los que no estén dispuestos a hacer todo lo que se les pida, con ello, también están admitiendo a los que están dispuestos a hacer lo necesario para cubrirse las espaldas, y eso incluye probablemente actuar en contra de la empresa. Algo así como tener al enemigo en casa, fantástica idea para los que se dedican al espionaje industrial.
Segundo, ¿qué sentido tiene que anunciaran que los 50€ formaban parte del primer sueldo a cobrar? ¿Eso significa que es un anticipo? ¿Entonces todos y cada uno de ellos técnicamente estarían contratados en el mismo instante que cogieran el billete? En ese caso, además de a Clio, deberían haber contratado también a aquel que lo tocó primero, y para seguir con el absurdo, si se hubieran puesto de acuerdo los aspirantes en repartirse el billete, quizás la empresa hubiera tenido la obligación de contratarlos a todos ¿no?
En algún comentario he leído que las pruebas de selección deberían de estar reguladas para que no se cometieran abusos. No estoy de acuerdo.Todo lo impuesto, acaba siendo manipulado cuando las intenciones no son buenas, por lo que sólo haría que el trabajo de los departamentos de RRHH en general fuese más complicado para la búsqueda de un perfil concreto.
Más cosas… poniéndome en los pies de los aspirantes, jamás confiaría en una empresa que utiliza esas formas de selección, entiendo que la necesidad apremia, pero me parece que la dignidad de cada uno debe estar por encima. No entiendo en este caso que los aspirantes se prestaran a pasar de la primera prueba. Y porqué ninguno fue capaz de denunciar estas prácticas.
Si no fuera porque lo he leído en varios medios, pensaría que es un «royo». La empresa ya no existe, así que tampoco se puede defender. Por otro lado, si ya no existe, quizás es que todo esto fue cierto.
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