El pasado 3 de Marzo, leí un artículo en «El Mundo» que hablaba de una querella interpuesta por una chica llamada Clio Almansa a una empresa por un proceso de selección de personal un tanto «especial», para un puesto como agente comercial dedicada a la venta de aspiradores y de ósmosis.
Una de las pruebas consistía en que uno de los directivos de la empresa se ubicó en el centro de una sala mostrando un billete de 50€, y antes de dejarlo caer gritó que el puesto sería «para aquel que lo obtuviese como parte de su primer sueldo», esto provocó que los aspirantes se lanzaran a la carrera para intentar cogerlo primero y uno de ellos, Clio Almansa resultó herida a consecuencia de las lesiones que le provocaron los golpes recibidos y la caída. La más importante, una lesión en un hueso de la columna vertebral que la mantuvo de baja laboral durante más de un año. Sigue leyendo