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Con la llegada del nuevo año es muy probable que much@s de vosotr@s os hayáis propuesto cambiar algunos hábitos que os parecen poco recomendables y comenzar una nueva etapa a lo Bridget Jones. Yo también. Sin embargo, lo que me he propuesto nada tiene que ver con bajar de peso, dejar de fumar o hacer deporte. Lo que me he propuesto tiene que ver con las decisiones que tomamos en la vida, esas que nos ponen en el punto de mira de todo el mundo y que están sujetas a preguntas y comentarios indiscretos de los que nos rodean. ¿No tenéis a veces la sensación de que todo el mundo tiene una opinión acerca de lo que hacemos y os sentís observados?

En ocasiones aunque no estemos obligados nos hacen sentir la necesidad de dar explicaciones sobre nuestras decisiones o nuestro modo de proceder. Y creedme, no es necesario, no le debemos explicaciones a nadie porque nuestra vida es nuestra y la vivimos como queremos, siempre respetando al prójimo.

¿Por qué tengo que explicarle a la gente con quién o cómo vivo? Bastante tengo con mantenerme como para derrochar energía en contestar a los que preguntan por qué vives así o asá.
¿Por qué tengo que explicar cuáles son mis prioridades en la vida? Todos somos individuos únicos, con nuestros valores, pensamientos, sueños y aspiraciones. Mis prioridades en la vida no tienen por qué ser como las de los demás y tampoco estoy obligada a cambiar y mucho menos a dar explicaciones.

¿Por qué tengo que disculparme cuando no lo siento? Si no me arrepiento de mis acciones no me disculpo. Si creo que tengo razón, que tú eres quien se equivoca, no tengo por qué pedir perdón. Muchas veces acabo dándole la vuelta a la tortilla y sintiéndome culpable por situaciones, discusiones, etc. en las que sé que tengo razón. Hay gente que es muy rápida pidiendo disculpas cuando en realidad ni lo sienten, mejor no disculparse. O mejor todavía, no hagas nada por lo que tengas que pedir perdón.

¿Por qué tengo que explicar que me gusta estar sola, que es una buena terapia para ser mejor cuándo necesito compañía? Estar solo no es nada negativo, todo lo contrario, te ayuda a conocerte más, a reflexionar, a ser mejor persona. Estar solo no quiere decir que seas antisocial o distante. Todos necesitamos pasar tiempo a solas, tiempo para nosotros mismos. Estar solo no es un trastorno de la personalidad.

Por otra parte, eres libre también de estar en una relación, en dos o tres o cuatro a la vez o en ninguna. Las personas somos mucho más que nuestro estado civil y la soltería es una de esas etiquetas sociales que a nadie realmente debería importarle. Independientemente de si eliges casarte y tener hijos o permanecer soltero y no tenerlos, es tu propia decisión. Si mantengo una relación, se trate de una sola noche o de varias o relaciones esporádicas con la misma o diferentes personas es cosa mía, no tengo que dar explicaciones, como tampoco hay que explicar a nadie cuales son nuestras preferencias sexuales.

No eres responsable ante nadie más que a ti mismo para elegir las relaciones que quieras tener, siempre y cuando la otra parte de la relación esté de acuerdo. Sin embargo, el resto del mundo no debe inmiscuirse en ello. Si estoy en una relación no tengo por qué dar explicaciones de mi manera de vivirla, de proceder o de resolver mis problemas. Si te pido un consejo, opina pero no impongas ni juzgues.

Vive tu vida y nunca salgas o permanezcas en una relación sólo porque alguien te aconseja que tengas que hacerlo. Equivócate tú mismo, comete tus propios errores, pero siempre aprende de ellos. No le debes una explicación a nadie sobre las relaciones que decides tener y tu manera de vivirlas.

¿Por qué hay que decir sí cuando en realidad quieres decir no? Hay personas que no aceptan un no por respuesta, pero yo ejerzo mi derecho a decir no cuando no hay ninguna razón de peso para darte la razón y decir sí.
Explicar, explicar, explicar… ¡El que quiera saber que se compre un libro!

Carmen Blue

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