TAMBIÉN LLORO

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Sí, soy una persona fuerte, pero a veces también lloro. Lloro como si se me fuera la vida, incluso sin causa aparente. Y sigo llorando porque, a veces, necesito descansar de ser tan fuerte.

Si me preguntáis cuándo fue la última vez que lo hice, no sabría contestaros. Probablemente hace mucho. ¿Y cuánto tiempo es mucho? ¿Tal vez una semana? ¿Quince días? ¿Un mes? ¿Un año? No lo recuerdo, simplemente es mucho tiempo porque no lloro a menudo.

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Hay personas que son de “lágrima fácil” que se emocionan fácilmente y que su cuerpo, sabio, lo demuestra soltando alguna lagrimilla. No es que a mí los avatares de la vida no me afecten, para bien o para mal, pero es que lo de las lágrimas no es lo mío, aunque a veces también lloro.

Llorar no es un signo de debilidad. Se llora por tristeza, por frustración pero también por alegría. Yo soy más de esto último, de llorar de la risa. En reuniones con amigos, disfrutando de un monólogo o una comedia en el teatro, viendo una película,  con los chistes que cuenta mi hermano… Es mucho mejor llorar de la risa, pero inevitable hacerlo por tristeza.

Por eso cuando me canso, me agoto de ser tan fuerte y necesito desahogar, a veces también lloro.

La vida es exigente y si a eso le sumas tus exigencias personales llega un momento en el que necesitas frenar. Intentas no tener que pisar el freno a fondo, no parar ese instante de tu vida con brusquedad, pero es demasiado tarde. Te has ido cargando la mochila y tu espalda ya no puede con el peso del mundo. Has alcanzado tu límite. Frenas en seco. Y lloras.

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Os animo a todos a hacerlo, a parar unos minutos y llorar. El llanto, al igual que la risa, es la expresión de las emociones y éstas hay que asumirlas y darles rienda suelta. Es necesario liberarse de las emociones.

Siempre habrá alguien que te pida una sonrisa, pero yo, que soy muy original, te pido una lágrima.

Llora para eliminar el estrés, los nervios, el miedo, el dolor físico y el del alma. Es sano desahogarse. Es saludable.

Tras el llanto vendrá la calma, el alivio, verás las cosas de otra manera y cogerás impulso para seguir adelante.

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