El tamaño promedio de una vagina, según los expertos, es de aproximadamente 7 centímetros. Sin embargo, la madre naturaleza ha hecho que esta parte de la anatomía femenina no sea rígida y se pueda ampliar hasta un 200% de su tamaño habitual. Además, ya habrás comprobado que cuando se tienen relaciones íntimas, el flujo sanguíneo aumenta y eso hace que los vasos sanguíneos se dilaten y el área pélvica crezca.
Esta es solo una de las curiosidades que encierra la zona exclusiva de la mujer, la única que nos hace diferentes a los hombres.
Nuestra vagina no siempre presenta el mismo color. Todo depende del flujo sanguíneo. Por ejemplo, cuando nos excitamos o durante el embarazo suele estar un poco más oscura. Sin embargo, durante la menopausia se torna más clara. Sigue leyendo